El placer de comer bajo el sol

Brilla el sol, los chorizos chisporrotean en la parrilla y los amigos están sentados disfrutando de un trago a la espera de la comida. La imagen es fantástica. Se ve en muchas casas y en muchas publicidades, y de hecho muchas viviendas tienen parrilla. Pero pocas tienen una cocina “outdoor”. ¿En qué consiste?

“Son iguales a las que están dentro de una casa”, explica Ebbo Christ, de la German Barbecue Association. Pero en muchos jardines no se puede instalar una cocina completa y además, ¿vale la pena hacerlo por un par de días en los que uno se sentará al aire libre?

Christ dice que si alguien realmente lo quiere hacer, debería recurrir a un fabricante a medida. Los muebles, advierte, tienen que ser resistentes a las lluvias, o sea de algún material como cemento, hierro, piedra o maderas duras. Además, las instalaciones no sólo deben resistir las precipitaciones del verano, sino también el frío del invierno.

“Incluso existen neveras de jardín”, comenta Christ, que admite sin embargo que son “artículos de lujo” que en Europa pueden llegar a costar entre 3.000 y 10.000 euros. Pero el mercado ofrece variantes más accesibles que incluyen todos los elementos básicos necesarios. Muchas de esas instalaciones nos traen a la memoria la clásica “bandeja con rueditas”, porque consisten básicamente en una unidad que cuenta con parrilla, un sitio para lavar los platos y una neverita portátil. Algunos tienen una pequeña mesada y otros también ofrecen hornallas a inducción.

El placer de cocinar aumenta porque las opciones para preparar un buen plato van más allá de carne a la plancha

Además, la gran ventaja es que tienen rueditas o que son tan compactas que se pueden llevar adentro de la casa cuando viene el mal tiempo.

Lo central es que sean multifuncionales y que estén organizadas en módulos. Los modelos estándar suelen tener un sitio para cocinar y otro para preparar algo a la parrilla. Y lo cierto es que “teniendo una parrilla se puede hacer todo, desde dorar y asar hasta cocinar al vapor o al wok. ¿Qué más se necesita?”.

Esa es la opinión de Christ, y muchos fabricantes la comparten. Por eso venden parrillas que

pueden estar incorporadas a una mesa de madera, de modo que el asador disponga de una superficie inmediata para cortar y servir.

Martina Meuth y Bernd Neuner-Duttenhofer, que tienen un programa de cocina en la televisión alemana, también dicen que “las cocinas outdoor suelen ser más un tema de prestigio” que “le quita protagonismo a la comida”.

Además, hay que tener en cuenta que en muchas latitudes poco cálidas no vale la pena hacer semejante gasto por los pocos días de sol radiante que habrá. Cuando no está nublado o fresco por el viento, hacen 40 grados.

Lo que muchos alaban de esta posibilidad es la de que el cocinero esté junto a los invitados. Meuth y Neuner-Duttenhoger se instalaron al lado de la parrilla un wok. “Así se pueden preparar verduras sin dejar solos a los comensales ni perderse la conversación”.

MAS OPCIONES

Los nuevos equipamientos de exterior permiten cocinar al aire libre con una excelente calidad. Kalamazoo Outdoor Gourmet es especialista en este tipo de elementos, que elabora de manera artesana, en acero inoxidable.

Cocinas al aire libre a las que no les falta detalle y que incorporan, a pesar de estar en el exterior, campana extractora y televisión. Espaciosas, limpias y con lo necesario para degustar todo tipo de menús, una extensión de la casa sin estar dentro de la vivienda, pero con todas las comodidades.

Los especialistas de esa firma aseguran que, “aunque la primera opción para cocinar al aire libre es una buena parrilla, existen otros tipos de soluciones para lograr la que mejor se adapte a las necesidades de cada hogar”.

“La parrilla y el aire libre son sinónimos, por eso hemos realizado una combinación para todos los gustos: una parrilla que se adapta a cualquier combinación: madera, carbón y gas”, comentan desde la firma, con quemadores que permiten cocinar a una temperatura baja y lenta de 120ºC o llegar a un abrasador de 400ºC.

REFRIGERACIÓN

La opción Gaucho Grill nace imitando el estilo de las parrillas argentinas, pero en ellas se controla la intensidad del calor subiendo y bajando la rejilla sobre un gran fuego de leña. Una gama que incluye armarios donde se puede calentar la comida, sitio para almacenaje, además de espacios de refrigeración.

Opciones para espacios grandes, que se transforman en pequeñas cuando las terrazas y jardines así lo requieren. Esa es la propuesta que propone Leroy Merlin, para que no perdamos la oportunidad de disfrutar de una buena comida al aire libre.

Las barbacoas, incluso transportables, son la mejor opción para esta firma de bricolaje que presenta una amplia gama de productos fijos y portátiles con tres tipos de combustible: leña, carbón o gas.

Los interioristas de la firma aseguran la facilidad con la que las portátiles pueden ubicarse en garajes y trasteros, una vez utilizadas, de manera que no tengan siempre un lugar fijo en el exterior y que no se deterioren cuando llega el mal tiempo. La mayoría tiene ruedas lo que facilita su desplazamiento a cualquier lugar.

BARBACOAS

Las barbacoas de carbón suelen ser las preferidas de los ‘profesionales’, ya que con este material se alcanzan temperaturas más elevadas que con el gas o la leña, proporcionando a los alimentos un sabor más intenso y consumiendo mucho menos.

Las barbacoas de leña y carbón siguen el modelo tradicional de cocción de alimentos, bien mediante troncos de madera o astillas o con la quema de carbón vegetal. Suelen incorporar mesa lateral para la preparación de alimentos.

Pero si algo debemos olvidar de estas comidas, aparentemente informales, es no dejar que los detalles nos arruinen el evento. Vasos y bandejas de colores, vendrán a animar una mesa ya de por sí colorida y si optamos por platos de usar y tirar, lo mejor es buscar modelos decorados que difícilmente a primera vista se ve su uso desechable.