Todo es cada vez más fácil

Antes el aspecto de la lavadora o de la cocina no era importante. Nadie se detenía demasiado en cuestiones estéticas a la hora de elegirlas. Eso con el tiempo ha cambiado por varios motivos, y los fabricantes lo han notado y se esmeran cada vez más en ofrecer productos que sean atractivos a la vista.

Como la arquitectura tiende a los espacios cada vez más abiertos, la cocina deja de ser el sitio al que solo entran los dueños de casa. Ya no es la “trastienda” de donde sale un plato exquisito para los invitados, sino parte integral de un ambiente. Por eso su aspecto y la estética de los muebles se hace cada vez más importante.

Son muchas las marcas que apuestan por un diseño que se adapte al resto de los muebles, y esa fue justamente la característica que más destacó en la última feria IFA de Berlín, donde los expositores exhibieron lo último en electrodomésticos.

La propuesta central es que los productos formen parte de un diseño general del ambiente.

Por ejemplo, la marca Bosch ofrece en la serie 8 varios aparatos que llevan un anillo de metal plateado en el centro desde donde se opera todo el electrodoméstico.

La serie iQ700 de Siemens tiene una placa de metal que forma una especie de línea conectiva entre los distintos electrodomésticos de la cocina. Y tanto Siemens como Bosch van ampliando constantemente sus series con nuevos productos que se mantienen en la misma línea de diseño.

AEG presentó en la IFA la serie Mastery Range y Miele ya había anunciado hace unos meses su propuesta Art Line, donde predomina un estilo purista.

La ventaja de tener electrodomésticos de una misma serie es que le dan una unidad a toda la cocina y no generan un popurrí general de estilos. Hasta existen máquinas de café que se empotran en la mueblería. Hay marcas que, justamente para poder generar esa unidad visual, rediseñaron electrodomésticos que ya estaban en el mercado: el funcionamiento es el mismo, pero la estética converge en una misma línea.

También se ha dado un giro importante en materia de colores. Antes los electrodomésticos eran blancos, su color por excelencia. Hoy, en cambio, se fabrican mayormente en tonos oscuros o metalizados.

Algunos modelos incorporan un poco de color, pero todos apuestan a llamar la atención más bien por una sobria elegancia.

Robert Sachon, jefe de diseño de Bosch electrodomésticos, se propone darle al extractor de cocina un aspecto totalmente distinto para que deje de tener ese carácter de “herramienta” de fábrica.

Su modelo de la serie 8 parece una pantalla plana, es decir, una especie de dispositivo de entretenimiento. Y el extractor de la serie iQ700 de Siemens, que también tiene una forma plana y se fabrica en negro, incorpora una luz de fondo de color. El lavavajillas ofrece esa misma posibilidad: al abrir la puerta, la luz interior se puede poner en colores...

AEG, que también ofrece una luz de color en su extractor, dice que muchas personas quieren dejar esa iluminación encendida después de cocinar. Por eso muchos fabricantes le sumaron al extractor, además de la luz tradicional que ilumina lo que se está preparando, una luz que apunta hacia arriba. Y ese elemento, tan simple, genera un modo totalmente distinto de estar en la cocina.