El campeón de la fe y el que inició el camino

Por MARTIN CABRERA
INFORME

Hace 10 años Estudiantes vivía un sueño. Le ganaba 2-0 a Arsenal como local y Boca perdía como local con Lanús. Así, la chance de jugar un desempate era posible y la gloria estaba al alcance de la mano.

Cuatro referentes de ese plantel hablaron con este medio para recordar lo que fue tres días después el título en el Apertura 2006, del cual el próximo martes 13 se cumplirá una década.

“Fue muy importante porque hacía un tiempo que no se le daba a Estudiantes. Pero principalmente ese equipo quedó en el recuerdo por la manera que lo consiguió” , arrancó el goleador José Luis Calderón, autor de 6 conquistas.

“Siempre supimos desde el comienzo de la temporada, incluso luego de quedar eliminados con San Pablo por penales, que un gran plantel se había armado” , aportó Fernando Ortiz, baluarte del fondo de la cancha que jugó todos los partidos. “La llegada de Sebastián fue la frutilla del postre”.

“Su llegada potenció a todos, pero principalmente a (José) Sosa, que ya no tuvo la presión de tener que generar fútbol”, agregó Caldera.

“No sabíamos que íbamos a salir campeones, pero sí que seríamos un equipo duro y con muchas ganas de pelear hasta el final”, continuó el actual DT de la Reserva, que no dudó en destacar la fortaleza mental del grupo.

Mariano Andújar se sumó a la charla y remarcó que en ese Apertura se les dio todo, que fue perfecto. Y no dudó en afirmar: “Me marcó como futbolista, por el significado y por la manera que lo conseguimos. Fue un antes y un después” .

Estudiantes arrancó con tres victorias, pero luego cayó en un pozo. Tres derrotas y un empate lo frenaron. Al punto que se empezó a hablar de la salida de Diego Simeone.

“Me acuerdo del partido con Independiente. En lo personal atajé muy bien y en lo colectivo logramos un triunfo clave para empezar a ganar y apagar los rumores” , contó Andújar, el joven arquero que había llegado desde Italia para reemplazar a Martín Herrera.

“Ese fue el quiebre. Se decía que si perdíamos se podía ir el Cholo y que yo iba a ocupar su lugar. Lo hablé en la semana con él y se lo desmentí. Por eso cuando marqué el gol lo fui a saludar” , declaró Calderón que agregó que después de ese partido se empezó a respirar otro clima.

A partir de ese triunfo contra el Rojo comenzó una seguidilla de victorias. En total fueron 10. Una de ellas la goleada 7-0 en el clásico a Gimnasia. Sobre ese partido el Tano Ortiz dijo que “ fue un más dentro del fixture, aunque hermoso e histórico”.

Calderón no dudó ni un segundo en decir que los tres goles que hizo en clásico fueron los más importantes de ese torneo. “Otro gol que recuerdo mucho fue el que le hice a Newell’s, un partido increíble que tuvo una previa difícil, ya que no se sabía si se jugaba y por eso viajamos a último momento”.

“El equipo andaba tan bien que casi no tenía que hacer nada. Sólo con Independiente y en la final contra Boca fui útil” , hizo su aporte Andújar, que recordó una jugada en el partido contra Banfield que pudo cambiar su historia en el Club: “Pelota larga al fondo, le erré y quedó Cvitanich solo con el arco. Por suerte se perdió el gol de manera increíble. No sé qué hubiera pasado conmigo en el Club si perdíamos ese partido” .

En esa serie de éxitos se sucedieron dos que tuvieron como protagonista excluyente a Agustín Alayes. Uno de ellos el compromiso contra Vélez de visitante, que acabó con triunfo 1-0 con gol suyo.

En el Country recordó esa conquista: “Centro de la Bruja (Verón) al segundo palo de Gastón Sessa. Sólo tuve que poner la cabeza”.

“Creo que está dentro de los partidos más importantes del torneo. Ganamos con un jugador menos y toda la gente que fue lo disfrutó mucho por la manera que se dio” , profundizó el actual secretario técnico en relación a la victoria como visitante ante Vélez.

Sin Verón (expulsado) ni Pavone (con cinco amarillas) Estudiantes tuvo que medirse con River, el otro escolta de Boca en el torneo. Era un partido que definía quién peleaba hasta el final. “Ganamos con autoridad. Demostramos que a pesar de las dos bajas éramos un equipo de verdad. Ya se sentía que estábamos para más” , contó Alayes, que fue uno de los goleadores esa noche de sábado en el estadio Unico.

Para Mariano Andújar el clic se hizo en el partido contra Newell’s, cuando ganaron 2-1 con goles en los últimos cuatro minutos. “El problema era que Boca al otro día te bajaba a la realidad: nosotros ganábamos un sábado y ellos hacían lo mismo el domingo”.

Para llegar a la final con Boca primero Estudiantes tuvo que igualarlo en la tabla. Recién lo consiguió en el minuto 42 del último partido, con un cabezazo de Alayes.

“Nadie desde el banco nos dijo que Boca perdía, pero lo sabíamos por el grito de la gente. Pensaba las cosas que nos iban a decir si dejábamos pasar esa oportunidad. Por suerte hice el gol. Ese equipo merecía una final” , remarcó Alayes pieza clave de ese equipo.

De ese partido contra Arsenal hubo un jugador que se fue triste: José Luis Calderón. En el segundo tiempo simuló una falta y Baldassi le mostró la tarjeta amarilla, la quinta, la que lo marginó luego de la final. “Cuando terminó el partido me quería morir”.

La previa de una final soñada

Después de la victoria contra Arsenal el Mundo Estudiantes se revolucionó. ¿Dónde jugar la final? ¿Quién será el árbitro? ¿Habrá entradas? Los jugadores también lo sufrieron.

“Esos tres días fueron interminables. Seguimos concentrados y la expectativa fue enorme. Internamente sabíamos que podíamos conseguir algo importante. Se notaba que si hacíamos lo que teníamos planeado se nos podía dar” , dijo Ortiz.

Calderón recordó que a pesar de estar afuera del equipo concentró igual con el plantel, hizo la entrada en calor y miró el partido al lado del banco de suplentes.

Para Andújar: “Ahí nos cayó la ficha. Me acuerdo que miraba la tele y decían que Guillermo (Barros Schelotto) tenía más títulos que todos nosotros juntos. Se hizo difícil llevar la ansiedad, los nervios y el miedo de no estar a la altura” .

“Jugamos con tremenda personalidad. Ni siquiera nos caímos con el gol de Boca”, siguió el arquero, que recordó que su camiseta se la dio a un empleado de seguridad que hoy está en el Country y el pantalón a un amigo que encontró en la platea.

En el final Calderón contó la anécdota de la esposa del Ruso Prátola. “Un día antes de la final fue al Country a vernos a Sebastián (Verón) y a mí. Tomamos unos mates y cuando se va me dice ‘vayan tranquilos que van a ganar’. En ese momento decidimos hacer las camisetas” , recordó el más veterano del grupo y confesó que sólo el utilero Pocho Mazzina sabía de la existencia de esas camisetas.

El valor del Cholo

A la hora de definir a Diego Simeone como técnico, todos coincidieron que fue determinante.

Para Ortiz fue el director de la orquesta. “Nosotros veníamos de hacer bien las cosas, primero con Mostaza Merlo y después con Burruchaga. Pero nos faltaba un plus táctico y anímico. No tengo dudas que Diego lo consiguió”.

“El Cholo nos enseñó a competir, a ser intensos hasta en los entrenamientos , a tener esa ilusión de ganar y aunque parezca raro, aprendimos a entrenar. Le dio una vuelta de tuerca a todo lo que había” , cerró el arquero.