En la adversidad se hizo fuerte y rescató un empate

Por MARTIN CABRERA

El duelo de técnicos terminó en empate. Gabriel Milito y Mauricio Pellegrino, de pasado reciente en el club rival, hicieron tablas en la batalla de Avellaneda. Independiente y Estudiantes empataron 1-1 en un partido muy friccionado, de bajo nivel futbolístico y que dejó a los equipos con diferentes sabores. El local masticando la bronca de no haber sabido aprovechar la localía y la ventaja en el marcador. Y el Pincha con la tranquilidad de saber que, aunque haya jugado mal, tuvo temple para rescatar un empate.

Estudiantes no estuvo cómodo en toda la noche. Salvo en los primeros minutos del partido, nunca pudo jugar con tranquilidad e inteligencia. Estuvo bien en el aspecto defensivo, pero no se mostró ágil de tres cuartos de cancha para adelante.

En ese primer tiempo el equipo de Gabriel Milito tuvo apenas dos chances de gol, no muy claras, pero opciones al fin y al cabo.

La primera a poco de comenzado el partido, cuando desde afuera del área la Gata Fernández les avisó a sus compañeros que también es una opción válida. Iban apenas 5 minutos cuando remató fuerte desde lejos y la pelota se fue junto al caño derecho del Ruso Rodríguez.

La otra a los 18 minutos. La recuperó Alvaro Pereira en la salida del rival, la tocaron con David Barbona y tras un centro cruzado Ezequiel Cerutti apareció por el segundo palo para pegarle fuerte y apenas desviado.

Independiente fue un poco más peligroso en el primer capítulo. Con Jesús Mendez como baluarte en la mitad de cancha y un Cebolla Rodríguez muy claro en los metros finales, pudo llegar al gol a los 10 minutos cuando Diego Vera se lo pierde por el segundo palo tras un centro del volante uruguayo.

A los 27 minutos el que salvó fue Sebastián Domínguez, que puso su cabeza para sacarle el gol a Lucas Albertengo, el ingresado en lugar del lesionado Aquino.

El propio Albertengo le dio un pase gol a Cebolla Rodríguez, pero el uruguayo remató a las manos de Hilario Navarro cuando desde afuera de la cancha en el banco de suplentes pensaban lo peor.

En la parte final el local salió más decidido a ganar el partido. En pocos minutos lo arrinconó al Pincha, que en una jugada cuando quiso salir rápido de contra perdió la pelota y acabó con el gol de Diego Vera. Gastón Fernández se la quiso pasar de primera a Israel Damonte, pero mal pase, jugada de Martín Benítez rápida y definición del uruguayo, que olvidándose de su pasado reciente en Estudiantes festejó el gol con demasiadas ganas. Evidentemente dejó los famosos códigos en el vestuario, y eso que en la previa había estado a los abrazos con sus ex compañeros.

Pero el festejo no duró demasiado en el equipo y público local. A pesar de no mostrar signos de recuperación, Estudiantes sacó pecho en su peor momento y fue al ataque. Hasta que a los 19 minutos, en una proyección de Pereira encontró con la torpez de Gustavo Toledo, que con su brazo derecho muy lejos de su cuerpo cometió un penal clarísimo que Gastón Ferández transformó en gol. La Gata volvió a convertirle un gol a Independiente, como ya antes lo había hecho con River, Racing y San Lorenzo. Le marcó un total de ocho veces en todos los partidos que lo enfrentó.

Tras ese gol el Pincha se quedó con diez jugadores. La expulsión de Diego Mendoza por entorpecer la salida de meta de Independiente estando amonestado le hizo un click al partido. Cuando el envión del gol podía empujar a Estudiantes, la tarjeta roja complicó el panorama.

Pero Independiente no tuvo argumentos emocionales ni futbolísticos para volver a ponerse arriba en el marcador. Tuvo más la pelota como en el primer tiempo y desde el banco Pellegrino introdujo cambios ofensivos. Pero siempre estuvo como desdibujado en el tramo final del campo. Se le nubló la cancha a sus jugadores ofensivos, y la postal fueron los goles que se erraron Juan Manuel Trejo y Martín Benítez. El primero rematando mal de frente al arco y el segundo fallando un cabezazo por el segundo palo.

En definitiva el empate le bajó el telón al partido. El Pincha celebró el punto para seguir subiendo en la tabla y soñando con clasificarse a la Liguilla. El clásico Milito-Pellegrino se luchó más de lo que se jugó y fue empate.