En la cumbre del tenis

Por

ADRIAN D’AMELIO Entrevista

C uenta su mamá Mariné que Thiago comenzó a jugar al tenis prácticamente desde que nació. “A los nueve meses agarró una raqueta por primera vez y se puede decir que desde ese momento no la soltó más”.

El platense Thiago Tirante, de 14 años, acaba de concretar una verdadera hazaña en su prometedora carrera, al conquistar el torneo Orange Bowl para la categoría Sub 14, en los Estados Unidos. Es uno de los certámenes más importantes a nivel internacional de juveniles.

Tirante se impuso en la definición ante el británico Anton Matusevich por 6-2 y 6-2, y de esta manera se transformó en el cuarto argentino en obtener este título, tras los logros de Roberto Argüello (1977), Juan Martín Del Potro (2002) y Axel Geller (2013).

En la calurosa tarde de Navidad se reunió con toda su familia en el complejo La Cumbre Tenis, propiedad de su abuelo Hugo, donde Thiago comenzó a jugar y todavía lo hace con sus tías Vanesa y Valeria. Allí, charló mano a mano con este diario y contó sus sensaciones tras alcanzar semejante logro. Pero también hizo foco en los desafíos que se fijó y en la relevancia que tiene para él ser el mejor jugador de Sudamérica en la categoría Sub 14.

Tirante practicó distintos deportes: fútbol, básquet y natación, pero al final se quedó con el tenis. Acaba de pasar a tercer año del Secundario de la Escuela Nº 19 de nuestra ciudad con un excelente promedio.

Por su forma de hablar parece un chico más grande. Se lo nota maduro y tranquilo, pese a que hace pocos días ganó el torneo que todo juvenil ansía conquistar a nivel mundial.

“Arranqué un poco nervioso en el primer partido que jugué frente a un japonés. Cometí muchos errores no forzados, pero por suerte pude sacar el partido adelante”, reconoció Tirante en el inicio de la charla. Y agregó que sólo en ese encuentro perdió un set, ya que en la continuidad del torneo nadie logró arrebatarle otro.

“Creo que después me liberé de la tensión del debut -continúa diciendo el platense, que ostenta el número uno de la categoría Sub 14 a nivel argentino y sudamericano-, pero después pude desplegar mi mejor tenis”.

Luego comentó: “Creo que el cambio de cancha también me benefició, ya que la primera parte del torneo la disputamos en Key Biscayne para después pasar a la Universidad de Miami, donde mi juego se adaptó mucho mejor a la superficie”.

Thiago aseguró que sus mejores golpes son “la derecha y el saque”, pero también es consciente de que debe evolucionar en muchos aspecto del juego, como así también en su conducta dentro de la cancha.

¿A qué viene esto? En su momento, una serie de actos de indisciplina le costó una suspensión. “Hablando se lo ve tranquilo, como ahora. Pero dentro de la cancha se transforma. Tiene un temperamento muy fuerte. A tal punto que llegó a romper nueve raquetas”, recordó su tía Vanesa, que lo acompañó al Orange Bowl.

A Tirante le gusta mirar mucho tenis por televisión en los momentos que tiene libre, para después llevar a la práctica alguna jugada o sistema táctico.

A pesar de jugar al tenis y en el futuro ser profesional, Thiago aprovecha sus ratos de esparcimiento cuando se encuentra en nuestra ciudad, para pasarlos con sus compañeros como cualquier pide de su edad.

“A Thiago no le gustan las bebidas colas, ni tampoco comer fritos ni comida chatarra como cualquier chico de 14 años, pero él es así”, cuenta su mamá Mariné. Y agregó: “Cuando dice vuelvo a las tres, a las tres está en casa. En eso sentido es muy responsable y puntual”.

Entre Kyrgios y Del potro

Entre los tenistas de la actualidad le gusta el juego que tiene el australiano Nick Kyrgios, aquel que tuvo un inconveniente con el suizo Stan Wawrinka en el Abierto de Montreal, que le valió una fuerte multa.

Entre los argentinos su “preferido” es Juan Martín Del Potro, quien ganó el mismo torneo cuando Thiago tenía apenas un año.

Casualmente y con referencia a Delpo, según cuenta su tía Vanesa, “de acuerdo a lo que nos han dicho, cuando Del Potro tenía 14 años medía dos centímetros menos que Thiago extendiendo los brazos hacia los costados”. Por tanto, suponen que va a crecer mucho en estatura y alcance, algo clave en el tenis.

Thiago pertenece a una familia trabajadora, que tuvo que hacer mucho esfuerzo para que se traslade de un lado al otro en sus comienzos como tenista.

“Ahora por suerte cuenta con el apoyo de la firma de ropa deportiva y raquetas Wilson, como así también el apoyo de la Asociación Argentina de Tenis”, advirtió su mamá.

Con respecto a la temporada que viene, ya tiene la planificación que le entregó la AAT. “Todo arrancará con una pretemporada. Pero mis entrenadores ya quieren que compita con los Sub 18, como lo hace la mayoría de los tenistas para de este modo poder sumar puntos, que en un futuro me permitan ingresar a torneos importantes, como por ejemplo los Grand Slam en la categoría Juniors”.

Tirante va por el buen camino, respaldado por el cariño de su familia, y si tiene la suerte de seguir en este nivel, seguramente será uno de los mejores tenistas de nuestro país. Algo que le hace falta al tenis argentino para volver a los primeros planos a nivel mundial.