Laverni, una vez más en el ojo de la tormenta

Ya se sabe que cuando el nombre de Saúl Laverni aparece en órbita para dirigir algún partido de Gimnasia, inmediatamente surge el rechazo del hincha.

Y esto no es una mera ocurrencia de la gente, si no que entre el árbitro y el Lobo no hay buenos antecedentes.

La historia comenzó en la primera promoción que el equipo jugó contra Rafaela en 2009 y en el 3 a 0 en contra en campo de La Crema, los jugadores mens sana denunciaron que el juez se río de ellos luego de algunos fallos polémicos.

Pero la cosa continuó inclusive en un clásico ante Estudiantes en septiembre de 2013, cuando el juez pitó una mano inexistente de Facundo Oreja al borde del área y tras cartón llegó el gol del rival marcado por Matías Aguirregaray.

Por eso, la bronca contra el árbitro siempre fue en aumento y nunca estuvo ni cerca de calmarse.

Esta noche en La Fortaleza, el colegiado tampoco colaboró para que así sea ante Lanús, ya que a los 28 minutos del primer tiempo marcó un penal de Fabian Rinaudo contra Nicolás Aguirre que nadie más que él vio y además ignoró uno en favor de Gimnasia cuando Román Martínez derribó a Nacho Fernández.

Pero eso no fue todo, porque a los 37 minutos llegó el gol Granate y con cinco hombres en posición adelantada, Velázquez cabeceó el balón contra las piolas y puso el 1 a 0 final.