Pensando en la gran prueba, sólo Niell ratificó que merece un lugar

Por MARTIN MENDINUETA
OPINION

La vida de Gimnasia está agitada, repleta de sensaciones diversas y con un sueño entre manos que le genera enorme expectativa. La pobre producción del equipo alternativo no alteró el ánimo mesuradamente optimista que acompaña a cada hincha “tripero” de cara al choque en San Juan. Ese no era un partido de silueta estridente. Apenas una presentación más que debía asumir para cumplir con el fixture de un torneo que no lo tiene entre sus actores más destacados.

La campaña electoral, el desarrollo del comicio y las interminables horas que demandó el recuento de los votos que consagró a Gabriel Pellegrino como nuevo presidente, resultaron más cautivantes que ese trámite aburrido donde Unión estuvo más cerca de ganar.

El compromiso, nunca mejor empleado ese rótulo, significaba una interesante oportunidad para Federico Rasic, Valdez Chamorro, Ezequiel Bonifacio, Mauricio Romero, Kevin Ceceri, Dardo Miloc, Lorenzo Faravelli y hasta para el juvenil Matías Noble. A todos ellos les gustaría ser parte del equipo que mañana enfrentará a River, pero ninguno jugó como para generarle algún margen de duda al director técnico.

En el contexto de una tardecida de feriado donde los chusmeríos de la vida política del club recorrieron los jardines del estadio, el juego colectivo mens sana desnudó gruesas fallas de coordinación defensiva y marcadas carencias en el armado de jugadas de ataque. Sólo el pícaro Franco Niell se las ingenió para sobresalir de la chatura general marcando un gol valioso y con sentido estético. El alarido popular se desató tras una típica corrida al vacío de quien sabe perfectamente donde puede marcar la diferencia.

Los hinchas quieren mucho al “Enano” porque él, adentro del campo, entrega una dosis de peligrosidad y de ambición que contagia a cada uno de los que está en la tribuna. Niell es el único suplente que tranquilamente podría ser titular en el examen que se avecina. Si eso ocurriera, nadie protestaría. Es más, muchos creen que debería estar sí o sí entre los once titulares. La fisonomía táctica dispuesta por Gustavo Alfaro es la que lo está dejando afuera del partido que tanto ilusiona a todo Gimnasia.

LOS RESTANTES NO DIERON LA TALLA

Varios de los que jugaron el último lunes deberán revisar las reales posibilidades que tendrán en el próximo almanaque competitivo. Fin de año está muy cerca y la evaluación que hagan conjuntamente el entrenador y las nuevas autoridades determinará una reestructuración del plantel. Hay superpoblación en algunos puestos.

A Gimnasia le sobran enganches u organizadores de juego y, sin embargo, ninguno de ellos será titular en el partido más importante de este semestre. No se entiende. Algo está mal pensado o, en su defecto, mal ejecutado. ¿Le gusta a Alfaro jugar con enganche? Si la respuesta es no (al menos es lo que indica su modo de armar el equipo), ¿para qué contrato a tantos creativos que se mueven adelantados por el eje central del campo?

¿JUGARA MaS MINUTOS LUCAS LOBOS?

La idea futbolística del DT parece no congeniar con el fútbol de toque permanente y búsqueda asociada que propone el ídolo que regresó de México. ¿Y entonces? Pellegrino quiere que Alfaro cumpla su contrato, pero también desea que Lobos siga en el club. Sin dudas, será un tema sobre el cual se conversará bastante durante el verano. El número diez está un poco decepcionado ante la mínima, casi nula, participación que viene teniendo y, seguramente, no querrá que se repita la historia en el próximo calendario.

Pero ahora no es tiempo de decisiones, todo puede esperar. El mundo albiazul está concentrado en la gran oportunidad que se le presenta para alcanzar la final de la Copa Argentina. Esa es la meta. El resultado de mañana por la noche será quien decida la nueva hoja de ruta en la ajetreada vida del club decano del fútbol argentino.