Una inspiración de Acosta y tres puntos muy importantes

Por MARTIN CABRERA
COMENTARIO

JUNIN
ENVIADOS ESPECIALES

Como en diciembre de 1982, en el mismo arco, en el segundo tiempo y por 1-0. Estudiantes le ganó a Sarmiento para sumar tres puntos importantísimos en su lucha por ingresar a la Liguilla Pre Libertadores, el objetivo que le queda a este plantel hasta fin de año.

A falta de tres fechas, el Pincha (suma 45 unidades, al igual que River e Independiente que juegan hoy) sigue un punto por debajo de Belgrano, el último clasificado, y espera que Boca (por Copa Argentina) e Independiente (por la Sudamericana) liberen más cupos para que su ingreso sea claro y seguro.

Hoy por hoy está en la pelea. Es concreto y depende de sí mismo porque enfrenta en dos fechas al Pirata.

MUY CHATO Y FRICCIONADO

El partido en Junín fue muy chato y demasiado friccionado. No hubo fútbol ni pelota al suelo. Tampoco jugadas vistosas y abundaron las protestas al árbitro.

Fue, lo que se dice, un encuentro que no quedará en el recuerdo para los espectadores. Pero sí para el equipo de Gabriel Milito, que se recuperó de dos dolorosas derrotas para volver a sumar y seguir en el lote de arriba.

Para ganarle a Sarmiento aprovechó una inspiración de Luciano Acosta, que a los 14 minutos del segundo tiempo metió una buena corrida para adelante con la pelota en sus pies y habilitó a Tití Rodríguez, que hizo una diagonal de izquierda al centro para caer dentro del área al contacto con Maximiliano Caire. Penal, que la platea del Verde protestó mucho, no así los jugadores.

El propio Acosta le pidió la pelota a Diego Mendoza, que había fallado contra Newell’s, para patear con fuerza al palo derecho de César Rigamonti, que se estiró pero no llegó. Gol para empezar otro partido.

Hasta los 17 minutos del segundo tiempo, cuando se puso al frente en el marcador, Estudiantes no había jugado para nada bien. En el primer tiempo abusó de los pelotazos al no encontrarle la vuelta a la cancha.

No fue criterioso Rodríguez por el centro (es extremo, no hay dudas) y tanto por derecha como por izquierda, Ezequiel Cerutti y Carlos Auzqui no estuvieron precisos.

En esos 45 minutos, no tuvo una sola chance de gol. Es más, por momentos sufrió los enganches de Ignacio Cacheiro por la derecha, que impidió las subidas de Sánchez Miño, un dato no menor a la hora del análisis.

LEYO MEJOR EL PARTIDO

En el complemento Milito leyó mejor el partido. Adentro Acosta por Auzqui (que un minuto antes tuvo dos chances para convertir) y en un minuto cambió el trámite. Ya con la ventaja se dedicó a manejar el partido. Y lo hizo, más allá de sufrir por algún centro sobre el final o los remates desde afuera del área de Dardo Miloc y Alexis Dutari.

En el fondo, Leandro Desábato sacó todo de cabeza. No salió tanto como en otros partidos y se hizo dueño del área en una cancha pequeña y contra un rival más preparado para jugar de contra.

Será por eso que en esta campaña, en la que aseguró su permanencia un año más en Primera, fue más efectivo de visitante que de local.

El Chavo se complementó bien con Damonte y Gastón Gil Romero. Entre ellos estuvo la figura de los últimos minutos.

El Pincha tuvo un par de aproximaciones para liquidar el partido, pero siempre priorizó el 1-0 por sobre otra cosa.

Ganó Estudiantes, con lo justo. No le sobró nada pero poco importa en el tramo final del torneo. Otra vez un correcto segundo tiempo le sirvió para meterse tres puntos en el bolsillo y soñar con clasificar a la Liguilla y, por qué no, jugar la Libertadores el año que viene.