Bebidas energizantes, otra vez polémicas

La decisión del Concejo Deliberante Santa Fe de prohibir la exhibición, venta, expendio o suministro de bebidas energizantes en discotecas y bares de esa ciudad devolvió al centro de la escena la polémica existente en torno a la moda de consumir este tipo de bebidas mezcladas con alcohol, una modalidad que es considerada arriesgada por los especialistas, que la juzgan capaz de provocar problemas cardíacos, cuadros hipertensivos, trastornos hepáticos y hasta, en casos extremos, muerte súbita.

En el marco de esta polémica, también en la región existe un proyecto que espera tratamiento en la Legislatura provincial y que busca normatizar el consumo de este tipo de bebidas, que son de consumo legal y definidas como suplementos dietarios en el Código Alimentario Argentino.

Lo que está en el eje de la polémica no es el tipo de bebida en sí -que llegó al mercado argentino en el año 2001 y de la cual actualmente se comercializan una decena de marcas- sino una costumbre que se hizo moda entre los adolescentes y jóvenes de clase media, que consiste en mezclar energizantes con bebidas alcohólicas para permanecer despiertos y sin sentir los efectos del cansancio durante las largas noches del fin de semana.

En este sentido son varios los especialistas que advierten sobre los riesgos que entraña esta forma de consumo, sobre todo cuando es excesivo: desde la Secretaría de Atención de las Adicciones, por caso, se afirma que, consumidas así, estas bebidas pueden "aumentar el riesgo de trastornos cardíacos". Y se explica que esto sucede porque la mezcla anula las señales de alarma que da el cuerpo para indicar que se necesita descansar, sobreexigiendo al corazón.

La consecuencia más grave de esta situación puede ser la muerte súbita, pero también se mencionan casos de infartos y crisis hipertensivas en gente de entre 25 y 40 años sin factores de riesgo cardíaco. Así se desprende de un informe difundido recientemente por el Hospital Italiano de Buenos Aires, donde se advierte un "aumento de los infartos de miocardio en personas jóvenes por la mezcla excesiva de alcohol con bebidas energizantes".

Profesionales de ese nosocomio descubrieron que en los últimos tres años se repetían los casos de personas jóvenes que presentaban infartos de miocardio sin tener factores de riesgo. "Y en esos casos lo que se repetía era el consumo excesivo de energizantes con alcohol, sumado en algunos casos al de tabaco y otras drogas que incrementaban los riesgos", indicaron.

Se estima que el consumo de energizantes creció en la Argentina entre 10 y 15 veces en los últimos cinco años, popularizándose entre jóvenes y adolescentes.

La polémica se instaló cuando comenzó a hacerse frecuente entre este sector de la población consumirlos mezclados con alcohol y en forma excesiva.

Los mismos fabricantes de estas bebidas -que subrayan que se trata de productos que de por sí carecen de efectos adversos y hasta pueden mejorar el rendimiento físico, la concentración, el estado de alerta y el anímico- recomiendan no tomar más de dos latas por día.

Una de las razones que motoriza la recomendación de manejar el consumo de estos productos con cuidado, dicen los médicos, es que contienen estimulantes como la taurina o la cafeína, en cantidades que algunos consideran elevadas.