Homofobia: estudio platense con impacto internacional

Todo empezó cuando la presencia de una alumna transexual en una escuela de adultos platense (la media número 20) comenzó a plantear nuevas cuestiones en el movimiento cotidiano: ¿Cómo llamarla, si en las listas figura con nombre de varón, pero concurre vestida de mujer y actúa como mujer? ¿Cómo evitar que se la discrimine? Estos fueron algunos de los interrogantes iniciales que llevaron a un grupo de docentes de la institución a introducirse en el tema de la discriminación a las minorías sexuales y de la expresión de ese fenómeno en el ámbito escolar.

"Descubrimos que era un problema vigente. Que estaba presente tanto en los grafitis de las paredes de las escuelas como en el trato cotidiano", dice Daniel Benavides, profesor de historia y uno de los impulsores del proyecto que se puso en marcha en el año 2005 y que hoy motiva consultas desde distintos países del mundo, donde comienzan a preocuparse por un fenómeno creciente: el acoso (bullying) a representantes de minorías sexuales en escuelas y universidades.

El trabajo de los platenses incluyó una encuesta a docentes: "Cuando se les preguntaba sobre el tema en general todos expresaban una postura abierta. Pero cuando se iba a las preguntas puntuales empezaban a aparecer actitudes discriminatorias más o menos encubiertas", dicen los profesores.

El proyecto recibió el apoyo de la Comisión Provincial por la Memoria y elaboró dos producciones fotográficas y multimedia (una sobre homofobia y otra sobre activismo gay, lésbico, bisexual y transexual) que tuvieron una repercusión impensada por sus autores: tanto que la modesta escuela (que ni siquiera tiene edificio propio, ni conexión a Internet) recibió la visita espontánea de un sociólogo español especialista en bullying homofóbico y la consulta de representantes de distintas entidades argentinas y latinoamericanas especializadas en minorías sexuales, interesados en el tema.

Del trabajo participaron voluntariamente y en horario extraescolar profesores y alumnos de entre 19 y 60 años que entre 2005 y 2008 establecieron contacto con entidades, foros cibernéticos y chats pertenecientes a las distintas comunidades GLTB. A través de decenas de charlas y entrevistas concluyeron que "a pesar de que parece haber una mayor apertura en la sociedad, la discriminación hacia las minorías sexuales está vigente" y descubrieron además que "en las propias minorías existe discriminación entre distintos grupos (por ejemplo, gays que discriminan a travestis o a lesbianas)".

Silvia Raelini, Daniel Benavides, Marta Marcantonio, Pabla Robles, Jessica Amann, Adelaida Kraan, profesores que trabajaron en el proyecto, cuentan que hasta ellos mismos fueron discriminados por encarar el trabajo: "una actitud frecuente es que se nos asocie a las minorías sólo por investigar el tema, algo que, aunque a veces se diga humorísticamente, representa una forma encubierta de discriminación. Otras formas eran más abiertas: en Chapadmalal, cuando presentamos el trabajo en una jornada organizada por la Comisión de la Memoria pusimos una urna para que la gente se exprese. Y ahí pasó de todo. Desde los que nos felicitaban hasta los que nos insultaban", cuenta Benavides.

El proyecto, dicen los profesores, también atravesó otro tipo de inconvenientes: objeciones formales de autoridades escolares que llevaron a interrumpirlo durante parte del 2007, hasta que desde la dirección de Inspección General se los autorizó a seguir adelante, según indican los profesores, que actualmente preparan un tercer trabajo multimedia: "Nosotros creemos que una de las razones del prejuicio es el desconocimiento. Y con este trabajo se pretende informar, a partir de una investigación seria, para desalentar las conductas discriminatorias", afirman.