Una ciudad que vibró de emoción

SANTA FE.- No hubo manera de ocultar la emoción. Más allá del poco calificado nivel del rival de turno, el Cementerio de los Elefantes se vistió de gala para recibir a la Selección argentina, con Diego Maradona batuta en mano.

Y fue una experiencia conmovedora para los hinchas de una provincia que abrió sus brazos para recibir al equipo de todos. No fueron accesibles los precios de las entradas, por eso el marco multitudinario (20.000 personas) cobró más relevancia.

El estadio no estuvo colmado (hubo algunos claros en las plateas), pero el equipo de Diego recibió el respaldo que correspondía y, al momento de escuchar los acordes del himno nacional, muchos no pudieron contener las lágrimas, producto de la emoción que significaba ver en casa al "equipo de todos".

El público vibró con la actuación del equipo, festejó ruidosamente los goles y aplaudió, con especial afecto, a los jugadores del club Diego Pozo, Alexis Ferrero y Sebastián Prediger, quien entró en el segundo tiempo, cuando también entró el preferido de la casa, el Bichi Esteban Fuertes.