Venezuela: incidentes en marchas por ley de educación

Miles de venezolanos realizaron manifestaciones paralelas en las calles de Caracas este sábado en apoyo o rechazo a la nueva ley de educación, promulgada hace una semana, en una jornada que terminó con la dispersión de la protesta opositora por parte de la policía.
 
Como ocurrió la semana pasada, la manifestación opositora fue reprimida y dispersada con bombas lacrimógenas por fuerzas de seguridad, cuando al parecer algunos de sus participantes intentaron romper el cordón policial que les impedía avanzar hacia la sede de la Asamblea Nacional (Parlamento).
 
"Esto es una cobardía del gobierno", protestó Juan José Molina, diputado del Parlamento por el partido Podemos (socialdemócrata, oposición). Las autoridades aseguran que unas "100 o 200 personas" arremetieron de manera "violenta" contra los efectivos de seguridad. El ministro del Interior, Tareck El Aissami, elogió el comportamiento de la policía, comunicó que hay dos personas detenidas por el momento e indicó que las fuerzas de seguridad se vieron "obligadas a hacer retornar la paz y el orden público".
 
La fiscalía abrió un expediente para investigar los presuntos "daños al patrimonio de la nación y la alteración al orden público". "No se puede justificar lo que pasó. Había señoras, niños, miles de personas que no quieren violencia, que sólo quieren manifestar en paz", denunció el dirigente opositor Leopoldo López.
 
A pocos kilómetros, otra nutrida manifestación se concentró en las cercanías de la Asamblea Nacional (Parlamento) para brindar su apoyo a la ley de Educación, autorizada por el gobierno. Para ello, estableció que los opositores debían detenerse en un punto más alejado, alegando razones de seguridad.
 
Las autoridades no suministraron cifras sobre participantes en ambas marchas pero, según cálculos de la AFP, fueron unos 50.000.
 
Miles de partidarios del gobierno, en su mayoría vestidos de rojo, celebraban la aprobación de la ley y lanzaban vítores de apoyo al presidente Hugo Chávez. "Vengo porque tengo la revolución en las venas. Amo a mi comandante. Aquí está su pueblo, presidente", exclamaba María Marín.
 
Copias de la ley eran repartidas entre los asistentes bajo el lema: "Ésta es la ley del pueblo, la ley que no le gusta a los ricos". Si para estos venezolanos la nueva ley de educación, aprobada en única lectura en el Parlamento el 13 de agosto, es "liberadora", para sus detractores, se trata de un instrumento de "adoctrinamiento" que otorga poderes "omnipotentes" al Estado.
 
Esta es "una resistencia que se inspira en la Constitución. El pueblo de Venezuela ha respondido", declaró el opositor alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma.
 
La mayoría de los manifestantes opositores llevaban banderas venezolanas y pancartas que rezaban "Los corruptos no pueden educarnos", "No me calo tu ley cubana" o "Quiero estudiar lo que yo quiera", entre otros.
 
Entre el articulado de la ley de educación se destaca el establecimiento del concepto del "Estado docente". Además, se otorga a los consejos comunales (órganos vecinales) funciones para "contribuir en la formación integral de los ciudadanos".
 
La norma también prevé la "prohibición de difusión de ideas contrarias a la soberanía nacional" o sanciones contra medios de comunicación que produzcan "terror en los niños" o atenten "contra la salud mental" de los venezolanos.
 
"La defensa de esta ley es la defensa de este proceso (revolucionario)", exclamó el ministro de Educación Universitaria, Luis Acuña.
 
Actos de apoyo a esta nueva norma se realizaron en paralelo en otras ciudades del país, convocados por el gubernamental partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), presidido por Chávez, quien ha dado su apoyo incondicional a esta ley.