Un rito de harina y huevazos

La ropa hecha un estropajo, la mugre provocada por huevazos, harina y aderezos de todo tipo y, por supuesto, los infaltables y exóticos cortes de pelo que en la mayoría de los casos terminan en un paso obligado por la peluquería, son algunos de los detalles de un rito esperado en esta época del año: el de las recibidas de alumnos universitarios, que en este período de exámenes finales le ponen un especial colorido a la vida cotidiana de la Ciudad.

En 7 y 48, pleno centro platense, no dejan de asombrar las "recepciones" con que se espera a quienes salen de Económicas, Humanidades, Psicología o Derecho. El "Festejódromo", construido especialmente para evitar los festejos de otros años sobre las veredas que causaban el malestar de los vecinos, es un sitio sin descanso por estos días, donde se van acumulando los restos de diferentes festejos.

Lo mismo ocurre en otros sectores de la Ciudad con una una tradición más longeva en estos ritos, como los sectores del Bosque situados frente a la Facultad de Odontología y a lo largo de la Avenida 60, lugar elegido para los recién graduados de Medicina, Agronomía, Veterinaria y Naturales. En otras facultades, como Ingeniería, Arquitectura o Ciencias Exactas, el festejo se suele repetir en los propios espacios de las unidades académicas.

Sucede que el tema de los lugares no es algo menor. Durante años generó polémica entre varios vecinos y hasta fue objeto de debate en el propio ámbito académico. El cuestionamiento, hay que decir, residía en la forma de festejar, dado que ese "baño" de alimentos provocaba un desastre en el espacio público.

La situación fue tan polémica que, en el año 2004, la facultad de Derecho llegó a prohibir este tipo de festejos. A partir de esto, y luego de arduos debates entre las autoridades universitarias y los estudiantes recién recibidos, la presidencia y la facultad de Derecho de la UNLP confirmaron hace un tiempo la utilización de un lugar especial para que los estudiantes que se reciban de abogados pudieran realizar el tradicional festejo de arrojar huevos y harina.

El "Festejódromo" está ubicado a metros del rectorado y fue creado a fines de 2004 por las autoridades de esa casa de estudios con la idea de correr esa celebración de la puerta de acceso a la facultad.

Tradicionalmente, durante los períodos de exámenes la vereda quedaba tapizada de alimentos podridos, por eso desde la propia dirección de la UNLP se explicó que el "Festejódromo" solucionaría el problema por estar en un remanso embaldosado, que separa al rectorado del edificio en el que funcionan las facultades de Derecho y Humanidades.

"Se trata de un espacio que no se usaba, y permite ahora que los egresados puedan festejar sin molestar a nadie", se apuntó desde el Centro de Estudiantes de Derecho.

Así las cosas, el tradicional rito sigue su curso y todos los años para esta época le aporta un colorido distinto a las calles céntricas de la Ciudad. Y si bien la mayor parte de las recibidas son individuales, también están quienes se someten al rito acompañados por sus amigos y compañeros de estudio. Muchos coinciden en las entregas de trabajos finales mientras que otros eligen, por ejemplo, rendir juntos la última materia. Es, según dicen, la mejor manera de ponerle un punto final a tantos años de estudios compartidos. Y una buena forma, claro, de poder festejar.