Una "casita encantada" convoca a una multitud

"Inspirado en Pilar, por su lucha incansable y su infinita ternura..." Así invita desde el facebook "Del otro lado del árbol" a participar de su propuesta, la biblioteca infantil del Parque Saavedra que parece estar en medio de un bosque encantado, lleno de chicos y de coloridos libros de cuentos y que empezó tímidamente, con unos pocos volúmenes, y fue creciendo hasta convertirse, en pocos meses, en parte del circuito cultural platense.

Pilar fue, de alguna manera, la fundadora de la iniciativa. Y su madre, Paula Kriscautzky, la que moldeó e impulsó el deseo de su hija, una nena de 5 años que murió de cáncer y que vio en un viejo ejemplar del parque y su entorno el mágico escenario de "Del otro lado del árbol", el cuento de la francesa Mandana Sadat, su historia favorita. En el relato había una cabaña, una bruja y un árbol gigante donde una niña se refugiaba.

Como un rito, al salir de la consulta médica del Hospital de Niños "Pili" paseaba por el camino del parque cerrado donde el antiguo árbol ladea una vieja construcción, entonces venida abajo y abandonada. Cuando la nena falleció, Paula quiso plasmar en obra la asombrosa imaginación de su pequeña hija, y a la par del padre de Pilar, el "Vasco" Andicoechea, y de sus otros hijos, Santiago y Clara, trabajó hasta transformar el lugar en un refugio para la lectura en la que chicos y adultos comparten relatos y juegos.

Inaugurado el 2 de abril pasado, cuando Pilar hubiera cumplido 6 años, hoy el espacio del Parque Saavedra es, de lunes a viernes, un centro de encuentro de cientos de familias, una reunión constante de chicos que van por su cuenta o con el grado de su escuela y que se arremolinan frente a los canastos cargados de cuentos buscando una lectura acorde a sus gustos e intereses.

Con el correr de las semanas y el aumento del entusiasmo que despertó la iniciativa, el espacio superó a la propuesta de la biblioteca. Los sábados, a partir de las 14, "Del otro lado del árbol" reúne entre 300 y 400 familias. Y esto es porque muchos artistas se interesaron en la convocatoria y los chicos pasan una tarde distinta, al aire libre, con magos, payasos, músicos, clowns, titiriteros y narradores orales que se suman de manera solidaria y por amor al arte.

UN ESPACIO QUE CRECE SIN PARAR

¿Cómo se dio este fenómeno en una humilde casilla de madera a la que nadie prestaba atención y se reconvirtió en un acogedor ámbito lúdico y cultural? "Por el decir de boca en boca -respondió Paula-; porque la historia de Pilar conmovió y atrajo esa idea de crear una biblioteca infantil con el aporte de la comunidad. Incluso hasta los mismos nenes que vienen se lo comentan a otros y así el espacio fue creciendo".

Como último día de las vacaciones de invierno, ayer el espacio se volvió a colmar de público infantil. Chicos y grandes vivieron una experiencia "núbica", un taller vivencial que propone observar distintos objetos a través de un espejo y así "cambiar la mirada", según definió la propuesta Paula. Además, cerró el ciclo literario "Cuentaencuentro".

400

“Del otro lado del árbol” reúne actualmente entre 300 y 400 familias. Muchos artistas se interesaron en la convocatoria y ahora los chicos pueden disfrutar de magos, payasos, músicos, clowns, titiriteros y narradores