Las forrajerías resurgen en barrios de nuestra región

Acompañado por un auge de venta de mascotas y perros de guardia y defensa a lo largo de los últimos años, en la Región se ha dado un particular fenómeno: el resurgimiento de las forrajerías, un rubro que parecía desaparecer entre fines de los ´90 y principios de 2000, volvió a instalarse con fuerza en el casco urbano y en los barrios de la periferia. Y hoy no solo se dedican a vender semillas de distintas especies para pájaros, alimentos para mascotas como perros y gatos, y algunos plaguicidas, sino que además han ampliado significativamente la oferta de productos.

Barrios como La Granja, Las Quintas, San Carlos, Villa Elvira y City Bell, entre otros, han visto abrir numerosas forrajerías en los últimos años

Sin llegar a la variedad de artículos que se encuentran en las ferreterías, en las forrajerías se consiguen desde baldes y fuentones hasta repuestos para piletas de lonas, pasando por ropa para perros (ahora muy de moda), accesorios como collares, jaulas para pajaritos y todo tipo de productos de limpieza, como escobas, cepillos, líquidos limpiadores y estopa.

Barrios como La Granja, Las Quintas, San Carlos, Villa Elvira y City Bell, entre otros, han visto abrir numerosas forrajerías en los últimos años. Y desde la Municipalidad confirman esta tendencia comercial: en el último lustro abrieron en La Plata 92 forrajerías.

Si bien desde el 2000 hasta el 2006 se dieron varios cierres de locales del ramo (ver gráfico), a partir de ese año hasta esta parte la tendencia se ha revertido totalmente, señala un informe de la dirección general de Sistema de Recaudación de la Comuna platense, a cargo de Santiago Vasallo.

La gran explosión ocurrió en 2008 cuando se produjo la habilitación de 68 forrajerías que aún permanecen abiertas de acuerdo al informe oficial suministrado.

"Me da un kilo de alpiste", pide una clienta que destaca las bondades del rubro: "se puede comprar fraccionado, el alimento para mi canario y para mi perra lo compro acá porque de lo contrario sale más caro. Además cada vez que vengo termino llevando otras cosas porque no es lo mismo que antes, ahora las forrajerías venden de todo".

UN RUBRO "DIFICIL"

Hay una particularidad que destacan los que conocen el rubro: se trata de la baja inversión que debe hacerse para poner una forrajería y empezar a trabajar, y en esa dirección aseguran: "no hay ningún misterio, una balanza, un mostrador y los productos en su mayoría alimentos y accesorios para mascotas, y plaguicidas". Calculan que con $ 2.500 se puede arrancar, de ahí se ve como marcha la cosa y "si va bien seguramente se ampliará la cantidad y variedad de la mercadería".

No obstante, Laura Goyeneche -de una forrajería de 520 entre 139 y 140 que está por cumplir diez años- expresó: "no es un rubro fácil, tiene muchísima variedad, precios impuestos por las grandes marcas de alimentos para perros que muchos no respetan, y al haber ahora más competencia hay que buscar la manera de dejar siempre conforme al cliente".

"Una forrajería no es solamente la venta de granos, semillas y productos para perros, gatos, caballos y pájaros, ahora se mezcla un poco con el bazar y por eso se vende de todo un poco".

Y cuando Laura dice de todo un poco se refiere, entre otras cosas, a escobillones y escobas, baldes, fuentones; veneno para murciélagos, hormigas, lauchas, ratas y otras alimañas; carbón, jaulas, artículos de plástico como cestos de basura, también repasadores, cuchas y ropa para perros, cacerolas, sartenes, ollas, coladores, bolsas de residuos y para hacer mandados; antorchas para espantar mosquitos y sillas.

Para Laura han abierto muchas forrajerías y otras han crecido bastante en los últimos años "de la mano de la gran cantidad de gente que incorporó mascotas en sus casas". Y en ese sentido agregó que "se vende hasta ropa para perros, algo que hace unos años prácticamente no se usaba pero que ahora está de moda. Acá tenemos mantitas que van desde los $15 hasta los $45".

César tiene una forrajería que vende a nivel mayorista en la esquina de 122 y 40 y aportó un dato interesante: "la inseguridad que se vive hizo que mucha gente compre perros de guardia y defensa, entonces necesitan alimentarlos y es mejor comprar balanceados fraccionados a tener que prepararles algo en casa. Este fenómeno, sin dudas, benefició a nuestro rubro de manera determinante".

CRECIMIENTO

Tanto en el Barrio Hipódromo como en La Granja se da la particularidad de la presencia de varias forrajerías en pocas manzanas. Y los comerciantes admiten que la competencia es cada vez mayor. En 40 y 122; 38 entre 120 y 121; diagonal 80 entre 1 y 2, y en diagonal 114 frente al hospital Gutiérrez, se ubican locales del ramo; mientras en La Granja y Las Quinas hay dos forrajerías sobre la 520 y otras tantas sobre la avenida 137.

También se abrieron varias en Gonnet, City Bell, Villa Elisa y hacia el sur y el oeste en Villa Elvira y Los Hornos, dijeron las fuentes de la Municipalidad.

El fraccionamiento del alimento balanceado para mascotas es una de las ventajas que ofrecen. De lo contrario hay que comprar las bolsas enteras y a veces la economía hogareña no lo permite.

"Es fácil de armar; compras una balanza de precisión, un mostrador que incluso se puede improvisar y la mercadería que en principio podría ser solo alimentos para mascotas, peceras y otras yerbas. Y con eso arrancás. Mucha gente observa en los barrios que los vecinos buscan alimentos para perros y gatos todo el tiempo y a veces no tienen donde conseguirlo rápidamente, entonces se deciden a abrir forrajerías", contó César que prefirió dejar en reserva su apellido.

Y subrayó que "los molinos que antes desechaban restos y sobras ahora ya no lo hacen, montan pequeñas fábricas y esos desechos lo convierten en alimentos balanceados, con tratamientos especiales que les realizan y, claro, con algunos agregados de materia prima".

José Alberto Vilches es uno de los platenses que no hace tanto decidió abrir una forrajería: "me va bien, no me puedo quejar. Es cierto que la inversión inicial que hay que hacer no es tan alta, pero el tema viene después...Los clientes te empiezan a pedir cosas que nunca imaginaste y te das cuenta que el rubro tiene una variedad impresionante de mercadería y que hay que conocer un poquito porque sino quedás pagando y perdés rápidamente la clientela".

Finalmente, coincidió en que "cada vez es más la gente que tiene mascotas, no solo perros y gatos, acá -el local está en Los Hornos- han venido a buscar alimento para loros, papagayos, flamencos y hasta para algunos reptiles muy extraños. Y yo se los consigo", concluyó Vilches.

PRECIOS

Algunos precios: ropa para perros, entre $15 y $45; un kilo de alpiste, $4,50; un kilo de alimento balanceado para perros, entre $3 y $14, según la calidad; comida para gatos, entre $6 y $18 el kilo; maíz para gallinas o mezcla, $1,50 el kilo.