Un preso tomó rehenes y puso en vilo a la cárcel de Romero

Fueron 15 horas de extrema tensión las que se vivieron en la Unidad 29 de Melchor Romero, aunque finalmente no hubo que lamentar heridos.

La toma de rehenes, que este diario dio cuenta en su edición anterior, sacudió a ese centro carcelario, desde la noche del lunes pasado hasta la mañana de ayer, y motivó la implementación de un importante operativo de seguridad, que incluyó la presencia de fuerzas especiales del SPB.

Si bien las primeras informaciones habían dado cuenta de que 16 internos protagonizaban la violenta protesta, para la cual mantenían cautivo a un agente penitenciario, en realidad se trató de un sólo recluso, apoyado por cinco compañeros de pabellón, quien lideró el reclamo.

Se trata de Fabián Sampietro (45), que lleva más de 20 años detenido, y exigía a viva voz, entre varias peticiones, la celeridad en los procesos judiciales, mejores condiciones de alojamiento, la aplicación de pactos internacionales y la presencia de las más altas autoridades del penal.

Esta protesta no es la primera de Sampietro desde que se encuentra privado de la libertad, ya que en julio de este año, por los mismos motivos, llevó adelante una "huelga seca", al coserse la boca para no ingerir alimentos ni líquidos.

Además, hace cuatro años denunció a agentes del Servicio Penitenciario por torturas y, tras obtener el arresto domiciliario y salidas laborales, fue nuevamente detenido este año por violar las condiciones que se imponen para obtener esos beneficios, en al menos 15 ocasiones.

La revuelta, en la que -de manera rotativa- varios guardiacárceles fueron mantenidos como rehenes, se inició el lunes pasado, cerca de las 19.00, en el penal de máxima seguridad situado en las calles 520 y 179, de Melchor Romero.

El subsecretario de Política Criminal del Ministerio de Justicia bonaerense, César Albarracín, informó que Sampietro, que lleva 23 años preso en distintas cárceles acusado de "homicidio en ocasión de robo y tenencia ilegal de arma de guerra", sorprendió a un guardia y, bajo amenazas con una púa, lo hizo ingresar por la fuerza al pabellón 3, donde lo mantuvo como rehén con la ayuda de los otros cinco reclusos.

"No fue un motín generalizado, sino un interno que decidió tomar de rehén a un guardia penitenciario y en función de eso hacer un conjunto de reclamos desordenados", explicó el funcionario.

Con el correr de las horas, el líder del grupo realizó diversos reclamos relacionados con su situación carcelaria y para acceder a la libertad, y fue intercambiando a los guardias que mantenía como rehenes entre seis de los que se hallaban en la unidad.

Pasadas las 23.30 -del lunes- ingresó al penal la fiscal Virginia Bravo, quien oyó los reclamos de Sampietro y, ante la evidencia reunida, presentó horas más tarde un recurso de hábeas corpus, que fue receptado y resuelto favorablemente por la jueza de garantías Marcela Garmendia.

También se supo que médicos de la Asesoría de Tribunales examinaron a los reclusos que protagonizaron la revuelta.

"NO HUBO NEGOCIACION"

"No hubo ningún tipo de negociación sino que se logró que deponga su actitud", manifestó Albarracín, quien añadió que todos los guardiacárceles y reclusos resultaron ilesos.

El funcionario adelantó que el preso será sometido a un examen médico, psicológico y psiquiátrico más amplio, y que entre los profesionales decidirán su destino.

Albarracín dijo que Sampietro estaba a punto de obtener el año próximo su libertad, aunque lo perjudica su personalidad y tendencia a realizar "este tipo de reclamos desordenados".

"Sampietro es un interno con un prontuario por distintos delitos y venía progresando favorablemente, tanto que el juez decidió tiempo atrás darle arresto domiciliario con monitoreo electrónico. Estuvo dos meses en esa situación, pero violó el sistema en más de cinco o seis veces y, cuando lo fueron a detener, se atrincheró en la Facultad de Derecho de la Universidad de La Plata", recordó (ver aparte).

Finalmente, el funcionario precisó que se logró que desistiera de la revuelta "haciéndole entender que no era la manera de beneficiar su situación personal".

DESTINO

El funcionario adelantó que el preso será sometido a un examen médico, psicológico y psiquiátrico más amplio, y que entre los profesionales decidirán su destino