El temporal dejó en emergencia a una veintena de municipios

La gravedad del temporal que azotó en la noche del miércoles a nuestra región, la capital federal y más de una decena de municipios del Conurbano recién pareció comprenderse en su total magnitud ayer, cuando a dos días del fenómeno seguían cortados los servicios de energía eléctrica y agua corriente en extensas zonas y las cuadrillas para levantar árboles y postes caídos y tratar de reconstruir viviendas no daban a basto. Y en ese marco, proliferaron las protestas vecinales, con cortes de calles que aportaban complicaciones a miles de ciudadanos; se producían incidentes en el marco de esas manifestaciones y varios intendentes declaraban formalmente en estado de emergencia a sus distritos.

Se conocía también ayer que la cantidad de víctimas fatales por el temporal ascendió a 17. Un suboficial de Gendarmería, Bertilio Alarcón, que se encontraba de guardia en el barrio porteño de Villa Soldati murió cuando la garita en la que se encontraba fue arrastrada por la tormenta, y fue la última víctima identificada.

Como se sabe, la extensa región mencionada fue atravesada por un inusual fenómeno climático -"microrráfagas descendentes"- con similar poder de destrucción que los tornados, que produjo efectos devastadores en algunas zonas de un mismo distrito mientras que otras sólo sufrieron los daños típicos de una fuerte tormenta.

Los daños mayores se produjeron, en ese contexto, además de nuestra región, en barriadas de la capital federal, del Conurbano oeste -con epicentro en Moreno, Merlo, Ituzaingó, Morón y La Matanza y en el Conurbano sur (Avellaneda, Quilmes, Berazategui, Ezeiza, Echeverría y Florencio Varela), cuyos intendentes declararon la emergencia.

Como ejemplo de la devastación, valga decir que en Ituzaingó el 95% del distrito se quedó sin luz y por lo tanto sin agua, se cayeron 5 mil árboles y se volaron 500 techos. A 60 kilómetros de allí, en Berazategui se volaron 300 techos y resultaban incontables los árboles y postes caídos.

En este contexto, el municipio de Berazategui se declaró en "estado de emergencia" tras la voladura de más de 300 techos de viviendas y la caída de innumerables árboles y postes de luz, lo que provoca que el distrito se encuentre sin suministro.

SIN LUZ, PIQUETES E INCIDENTES

Con todo, en las comunas afectadas se señalaba anoche que a esta altura la secuela más grave y "la prioridad" es la persistencia de la falta de energía eléctrica que, genera como efecto colateral, problemas de inseguridad.

En ese paisaje, se multiplicaron ayer los piquetes en rutas clave y calles del Conurbano, a cargo de vecinos que reclamaban de esa manera el restablecimiento del servicio eléctrico.

Así, en la Autopista La Plata-Buenos Aires a la altura de Dock Sud se registró un piquete que derivó en serios incidentes cuando los manifestantes apedrearon autos que quedaban atascados por el corte. Hubo heridos y automovilistas que, dada la situación, debieron retornar sobre sus pasos, en medio de la inacción policial. También se registró en esa vía un corte en la subida de Quilmes.

Otros piquetes tuvieron lugar en el Camino Negro en inmediaciones del Puente La Noria, en Lomas de Zamora; en la avenida Fair, en Esteban Echeverría, donde algunas personas cobraban "peaje" a los automovilistas para dejarlos pasar ante la ausencia de la Policía; en la avenida Mitre a la altura de la localidad de Wilde, en Avellaneda; y en un barrio de Merlo, donde se produjeron incidentes cuando un grupo "civil" trató de desalojar a los manifestantes.