Un remanso para Los Pumas

Cerca de las 18:15 el colectivo con toda la delegación del equipo nacional de rugby, arribó al Country de Estudiantes en City Bell con la idea de poner punto final a la prolongada jornada que comenzó muy temprano y que tras el periplo por la ciudad, concluyó en una de las concentraciones deportivas más importantes del país.

Mucho de lo que está viviendo el plantel de Los Pumas resulta novedoso para ellos y el Country de Estudiantes no fue la excepción.

Apenas arribaron al lugar, se dirigieron en búsqueda de sus habitaciones, sin antes detenerse, y por algunos minutos, delante del mural del plantel campeón de América 2009 que enmarca el acceso a la concentración Pincharrata. Allí se sacaron fotos, mientras que otro grupo de rugbiers se acercaron a algunos de los jugadores de inferiores que curioseando se encontraban en el lugar, les pidieron si se podían sacaron fotos con ellos. Los chicos aceptaron gustosos ese contacto con los jugadores del seleccionado argentino.

Inmediatamente los jugadores subieron a sus habitaciones, se cambiaron y tras merendar se dirigieron al sintético que está a un costado de la cancha principal de entrenamiento para hacer movimientos de line out de cara al choque de mañana.

Una vez finalizado el trabajo que fue seguido atentamente por el cuerpo técnico, los Pumas se dirigieron a sus habitaciones y se prepararon para la cena que fue servida a las 20:30.

A la hora de la cena arribaron al lugar Agustín Pichot, el titular de la UAR, Luis Castillo y demás miembros de la entidad madre del rugby, quienes compartieron largos minutos con los jugadores.

PASTAS Y CARNES

El cocinero del plantel albirrojo Horacio Molinari fue el encargado de confeccionar el menú solicitado por el cuerpo técnico: Milanesa al horno, pollo, pastas con fileto y/o crema. Para terminar el postre que consistió en ensalada de frutas y otras variedades de frutas de estación.

Con mucha naturalidad se movieron dentro de la concentración. Algunos aprovecharon la sala de juego, munida de dardos, mesas para juegos de cartas, billar, ping pong y la sala de comunicación donde los más jóvenes aprovecharon para chatear con familiares y amigos.

Otros se quedaron en las habitaciones para descansar del extenso y largo día que vivieron ayer.