“Un recurso en casos precisos”

Por Fernando Daverio (*)

La cesárea es una técnica quirúrgica muy valiosa para superar una situación obstétrica que represente una indicación médica. Esta indicación es parte de los elementos que tendrá en cuenta la mujer embarazada para tomar una decisión informada conociendo y aceptando los riesgos y beneficios de cada alternativa terapéutica. Estas indicaciones de cesárea son las llamadas absolutas que nadie discute, pero que son altamente improbables, como el prolapso de cordón, el desprendimiento de placenta, la presentación de frente, la situación transversa y la placenta previa. Luego existe una innumerable cantidad de indicaciones relativas entre las que se encuentran las más frecuentes: cesárea anterior, falta de progresión del trabajo de parto o falta de descenso fetal, desproporción céfalo-pélvica, hipoxia fetal y presentación pelviana. Entre estas se agrupan la gran cantidad de casos que aumentan el índice de cesáreas. Muchas de esas mujeres tendrían partos vaginales si prestáramos atención a sus necesidades básicas. La inducción del parto en cualquiera de sus formas, aumenta la probabilidad de que ese embarazo termine en cesárea, por lo que debería ser utilizada como un recurso útil sólo en los casos que tengan indicación médica precisa de finalización del embarazo. Una mujer en trabajo de parto sólo necesita sentirse segura, sin sentirse observada. Es así que ella y su hijo, si les damos la libertad, encontrarán la manera de atravesar el parto sin complicaciones.

(*) Médico especialista en Obstetricia (MP 114808) y Jefe de Guardia de Tocoginecología del Hospital Provincial Horacio Cestino de Ensenada