Los bicampeones se llevaron todo el cariño de los hinchas

SENSACIONES
Por MARTIN CABRERA

“Borombombón, Borombombón, es el equipo del Narigón”, gritaban los hinchas desde la popular, mientras los jugadores levantaban los brazos y terminaban de ver, por las pantallas gigantes, algunos goles de la campaña y testimonios. Gran parte del plantel campeón 1982-83 estuvo en La Plata y se llevó un merecido reconocimiento, a 30 años de la obtención de los títulos del Metropolitano y Nacional.

Desde temprano, por el ingreso principal fueron llegando uno a uno. El primero Juan Carlos Delménico , el arquero, que desde Rosario llegó junto a su familia.

“Hacía bastante que no venía a La Plata. Me junté con Sebastián Verón y Sabella en alguna ocasión”, dijo al pasar.

También llegaron los defensores J osé Luis Brown, Rubén Agüero y Miguel Angel Gette . De inmediato fueron conducidos al palco, donde tuvieron una recepción y un anfitrión: Juan Sebastián Verón, más en su función de dirigente que de jugador.

Otro tempranero fue José Daniel Ponce , que agradeció la invitación de Verón con una broma: “Me está devolviendo así todos los caramelos que le regalé cuando era chico, je”.

Pasadas las 15:30 llegó Luis Islas junto a su hija, y Guillermo Tramma , de la casa ya que trabaja en el club. El arquero, siempre vinculado sentimentalmente con el club a pesar de su simpatía con Independiente, se quedó a ver el partido.

Más tarde, como en grupo, se hicieron presentes Angel Landucci , canoso e irreconocible ya que no pisaba la ciudad desde 1983, Sergio Gurrieri, Sergio García y Cristian Guaita, todos con familiares y amigos.

En el final, como de costumbre, arribó el tridente de la Selección: Alejandro Sabella, Julián Camino y Claudio Gugnali. El primero de ellos, como era de esperar, fue el más aplaudido y requerido por los hinchas. Como en cada visita hizo cantar a la tribuna: “Sabeeeella, Sabeeeella”.

En representación de sus padres estuvieron los hijos de Marcelo Trobbiani y Oscar Craviotto , los dos en el exterior ya que están trabajando como técnicos .

Y también, en recuerdo de su padre, los familiares del Pata Rodríguez, que trágicamente falleciera hace poco tiempo. Fueron, sin dudas, de los más emocionados por el agasajo.

Por último hubo presencia dirigencial. El escribano Raúl Correbo , presidente de aquella época, junto con Chicho Denegri y Rubén Koroch se pasearon por el centro de la cancha junto a los campeones

Quienes no pudieron estar fueron Miguel Angel Russo y Hugo Gottardi . Según se dijo salieron de vacaciones luego de la temporada en Rosario Central, que si bien terminó con una sonrisa estuvo llena de tensión.

Tampoco pudo venir Abel Ernesto Herrera , el jugador que más veces vistió la camiseta del Pincha. Agradeció la invitación, pero está radicado en el Partido de la Costa y tenía compromisos.

Pero sin lugar a dudas que la ausencia más notoria fue la de Carlos Bilardo , quien respondió que había asumido otro compromiso. “Carlos es así, impredecible”, tiró uno de los organizadores. De todos modos, otras serían las razones de su ausencia...

VERON Y LOS DIRIGENTES

Todos los homenajeados ingresaron al campo minutos antes del inicio del partido. Allí fueron recibidos por la Brujita Verón y allegados, quienes entregaron un souvenir (una réplica de la camiseta blanca que usó Estudiantes en la final de 1983 y un DVD) y un abrazo.

También estuvo la dirigencia actual, con Enrique Lombardi y Gerardo Villadeamigo, que se saludaron con todos y cada uno.

Fue una fiesta, emotiva y sentida, al estilo Estudiantes, un club que a pesar de sus vaivenes siempre trata de buscar un sentido de pertenencia.