Mientras los casos bajaron en la Provincia, subieron en La Plata

“Lo que se siente al no saber dónde está tu hijo es imposible de explicar”, cuenta Verónica, una mamá platense que en junio pasado encontró a su hijo Gustavo, de 11 años, luego de buscarlo durante poco más de un año y medio.

“Ya no sabía que hacer -suelta Verónica-. El nene se fue de casa en noviembre de 2011 después de una discusión y nunca más lo volví a ver. Moví cielo y tierra. Ya no sabía dónde buscarlo, y recién un año y medio después me dijeron que lo encontraron dando vueltas en la calle. No lo puedo creer. Siento que volví a nacer. Siento que soy la mamá más feliz del mundo”.

La carita de Gustavo era hasta mediados de este año una de las tantas que integran los padrones de búsqueda de Missing Children Argentina, una ONG cuyas autoridades aseguran que cada vez hay más fugas de hogares voluntarias de menores y, a la vez, mayor presencia de mujeres en esas fugas (ver nota central).

La odisea de los chicos perdidos es un drama que se expande desde hace tiempo por nuestra región y el resto del país. Sin embargo, de acuerdo a los últimos datos del Registro Nacional de Información de Personas Menores Extraviadas, dependiente del ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, es La Plata uno de los lugares donde este drama parece en franco ascenso.

En el país hay actualmente más de 2400 chicos extraviados, de los cuales hasta junio del año pasado 881 pertenecían a la provincia de Buenos Aires y, de ellos, 133 eran buscados en nuestra ciudad. Un año y medio después, el número en la Provincia bajó a 634 pero, llamativamente, en nuestra ciudad trepó y ya supera los 160 chicos de los que no se tiene rastro.

El tema preocupa. Y asusta.