El Lobo encontró un héroe inesperado y puso tercera

COMENTARIO
Por ANIBAL GUIDI

Gimnasia se sacó de encima a un rival complicado, con dos goles de su inesperado goleador, el correntino Maximiliano Meza, y llegó a los 21 puntos en este torneo Final, que se eleva a 47 en el recuento de los dos torneos, que lo arrima decididamente al objetivo que todos tienen bien claro como lo es la Permanencia, más allá que muchos envidian la posición expectante que ocupa en la tabla al completarse la 13ra fecha.

El Lobo, otra vez, tuvo que arremangarse y transpirar la camiseta para resolver este compromiso, pero realmente mereció la pena ya que enhebró su tercera victoria al hilo, que eleva a seis los éxitos que tiene hasta ahora, y por si fuera poco sigue a tres puntos de la punta que, por supuesto, no es poca cosa. Pero ni eso lo hace mirar para otro lado, solo repara en lo que viene persiguiendo desde que puso nuevamente los pies en el círculo superior, y para eso no renuncia a sus convicciones que tan buenos dividendos le ha reportado hasta aquí.

Y el equipo de Troglio ha demostrado poseer argumentos futbolísticos como para ir sorteando los escollos que se le van cruzando en el camino. Ahora, la clave parece estar en los volantes, que llegan y convierten.

Con eso, pero también luchando y metiendo, soportando, como al final, la presión del rival que resultó más efectista que efectiva, el Lobo supo estar a la altura porque, si bien a la hora de jugar tiene con qué (Meza, Alvaro Fernández, Mussis, Mendoza, Licht), cuando es apurado aquellos se esfuerzan también en marcar y se mimetizan con los que sí están para esa misión, y al respecto, en el tramo final de ayer en el Bosque, Blengio descolló en ese aspecto, al igual que Monetti.

Arsenal, que está último en la tabla y que ya suma 295’ sin convertir y que ya registra tres caídas sucesivas, no perdía en el Bosque desde el 28 de agosto de 1982, cuando por la Primera B el Lobo lo derrotó por 3-2. Fue allá lejos y hace tiempo, pero el equipo de Alfaro buscó de vender caro la derrota y lo hizo buscando por distintas vías y con diferentes dibujos, pero le faltó inventiva y su ofensiva la resumió a pelotazos al área. Pero el partido ayer tuvo un héroe impensado. Fue un volante ofensivo con profunda vocación de delantero. Oriundo de Corrientes, para más datos, y que proviene de la ya exitosa categoría ‘92 del Lobo. Está claro que hacemos referencia a Maximiliano Meza que, a los 11’ del primer tiempo se zambulló entre los centrales de Arsenal para impactar de cabeza un centro que envió Mendoza (otro ‘92) desde la izquierda, y poner la pelota contra el palo de la mano derecha de Campestrini.

Y ese mismo morochito que siempre sabe que hacer con la pelota en los pies, y que en la fecha anterior había sellado el triunfo en Bahía frente a Olimpo, cuando ya se corrían los cortinados en el Bosque resolvió un partido que se había complicado por ese ir de Arsenal, muchas veces sin ton ni son.

Fue Nacho Fernández el que desde el medio le puso un pase en profundidad. Meza se fue en velocidad, tuvo el ingenio de hacerle un sombrero a un rival para resolver luego con un remate bajo que se le escurrió a Campestrini por debajo de su cuerpo. Gimnasia encontró en él a un muy buen jugador, que tuvo el respaldo de un equipo que ha hecho del sacrificio y la entrega su bandera y que, en una de esas, resulta el “tapado”, según dijo Troglio ayer, que pueda aparecer para pelear por algo más