“La mujer canta mucho más que el varón”

Por MARCELO ORTALE

“La mujer canta mucho más que el varón… Quiero decir que siempre hay más mujeres en los coros… No sé, supongo que el varón es más inhibido. Podemos decir que si un coro tiene cuarenta integrantes, el promedio es de quince varones y veinticinco mujeres. Es un problema de casi todos los coros, digo, poder tener voces graves. Muchas veces no se consiguen bajos, barítonos o tenores y del otro lado hay listas de espera en las cuerdas femeninas…”, dice Fernando Tomé, director de la Cantoría Ars Nova, organismo musical platense que en 2015 cumplirá 50 años de vida y que ya prepara para ese acontecimiento una nutrida programación.

Nacido en La Plata en 1974, Tomé vivió siempre y aún lo hace en la zona norte, allá por 2 y 32, en donde comparte una blanca y luminosa casa antigua con su compañera, la soprano Ayelén Isaia. Es hijo de Jorge Tomé, técnico químico, y de Susana Grana, secretaria bilingüe. La casa paterna quedaba cerca del hospital Español y por ello Fernando fue al primario de 8 y 38. “Me olvidé de aclararle que donde vivo ahora es un barrio de músicos…”, y da el nombre de dos conocidos directores de orquesta y de dos sopranos, todos del Argentino, que viven en esas manzanas.

Su padre fue integrante del coro Antares y eso le allanó el camino hacia la música, que se abrió del todo cuando cursó el secundario en el bachillerato Bellas Artes, para pasar luego a la Facultad en donde se graduó en dirección orquestal y director de coros. “Yo estuve una vez en un ensayo del coro Antares como cantante y vi cómo actuaba el director, que era Bernardo Teruggi. Ahí pensé: yo quiero estar ahí, dirigiendo... Y se lo dije al maestro Teruggi que comprendió mi entusiasmo. Y poco después estaría ahí, dirigiendo otros coros”.

Desde el punto de vista futbolístico, la familia Tomé se divide en tres tercios. Uno para Gimnasia, otro para Estudiantes y el restante para Boca. Cuenta que practicó muchos deportes, especialmente artes marciales donde llegó a ser cinturón negro. Ahora pasó a una actividad más pacífica, la natación, y no deja de nadar unos 4 kilómetros por semana en una pileta del barrio.

Cuenta que una vez Carpinetti lo vio dirigir y que lo convocó de inmediato para que dirigiera la Cantoría Ars Nova. “Estuve catorce años con él. Aprendí muchísimo, era un referente. Fundó un organismo musical absolutamente independiente al que le dio su impronta”.

Creada por Jaime Bauzá y Raúl Carpinetti, la Cantoría ha sido y es un incansable difusor de la música de cámara vocal e instrumental, para lo cual contó siempre con un coro estable que se presentó en el país y el exterior, con el aporte frecuente de cantantes solistas e instrumentistas. Fue dirigido originalmente por Carpinetti hasta que en 1998 el entonces muy joven Tomé, que tenía 23 años, se hizo cargo de la conducción, mientras que Carpinetti pasó a ser director artístico hasta su fallecimiento en 2012. Ahora, hace varios años, se sumó como preparador de coro el barítono Sebastián Sorarrain.

Tomé es licenciado en las carreras de dirección Coral y Dirección Orquestal de la Facultad de Bellas Artes de la UNLP. Se desempeñó como ayudante de la cátedra de Dirección Coral entre 1996 y 2006, y desde marzo de 2007 es nombrado profesor adjunto por concurso, encontrándose a cargo de las materias dirección coral IV y V, (Romanticismo y siglo XX, correspondientes a los últimos dos años de la carrera) trabajando en conjunto con el titular Mariano Moruja.

En la disciplina Dirección Coral, estudio con los maestros Sergio Siminovich, Néstor Andrenacci y Pablo Cánaves. Además asistió a diversos cursos de perfeccionamiento dictados por los profesores: Daniel Mazza, Silvia Malbrán, Andrés Aciar, Sergio Pelacanni y Werner Pfaff.

Desde el año 1999 creó y dirige el Vocal de Cámara Platense. Este coro, de aproximadamente 30 integrantes, es el que se presentará ante el Papa en junio próximo. Un coro formado por directores de coro y por profesores de música.

La Plata es una ciudad generosa en coros… debe haber más de un centenar…

“Sí, hace unos años se hizo un sondeo en el país y La Plata resultó ser la ciudad que, en relación a su población, contaba con más coros en la Argentina. En el año de la crisis, en el 2001, mucha gente se volcó a cantar… Otras ciudades en las que pasa algo similar son las de Córdoba y Mendoza”

¿Qué opina de este nuevo fenómeno en crecimiento, las orquestas-escuela?

“Me parece algo fantástico, pero para mí habría que hacer lo mismo con los coros. No habría problemas de adquisición ni de custodia de los instrumentos, los coros son más sencillos y más baratos que las orquestas. Pero ojo que me parece muy bien lo de las orquestas-escuela”

¿Qué es el canto para usted?

“Es el modo de expresarse por excelencia… Fíjese que a través del canto se solucionan, inclusive, muchos problemas del habla, muchas patologías vocales, como el hiatos o la tartamudez misma. La tartamudez no existe para cantar… Además, se me ocurre que el primer hombre imitó a los pájaros, es decir cantó…”

¿El canto en coro educa a las personas?

“Por cierto, el coro es una tarea conjunta donde se licúan las individualidades… Uno es como un engranaje de una maquinaria que tiene que funcionar bien, una maquinaria que tiene que estar perfectamente aceitada”.

Si un coreuta se siente solista y quiere sobresalir de los demás… Usted, como director, ¿qué hace?

“Hay que enseñarle que es parte de una maquinaria, de un engranaje. Es todo un aprendizaje. Hay grandes solistas, que nunca estuvieron en un coro y que a veces les cuesta cantar los dúos o tríos”

¿Qué es lo que genera cantar?

“Una gran emoción. Muchas veces hemos llorado durante los conciertos. Por ejemplo el primer año del fallecimiento de Carpinetti, empezábamos siempre con el canto fúnebre de Mendhelson (“Traver ge sang”) y yo después hablaba al público, para que el coro se repusiera… Quiero recordar ahora que en la Cantoría canta desde hace muchos años Cecilia González, que fue mujer de Carpinetti”

¿Usted se enoja con el que desafina? ¿Le grita? ¿Le arroja algo?

“No, claro que no… Hay que corregir. El director tiene que ser un docente, el director hace docencia, aún frente a grupos profesionales… Bueno, pero a veces uno se enoja un poco… aunque yo tengo bien claro que hay que aportar desde la humildad y el conocimiento. En realidad cada integrante del coro tiene que saber que hay una persona, el director, que es el único que escucha la totalidad del sonido”.

Usted se graduó de director de orquesta y de director coral. ¿Qué le gusta más?

“¡El coro, de acá a la China…! Porque tiene sólo el componente humano.

¿Es verdad que el coro Vocal de Cámara Platense, que usted dirige, va a cantar frente al Papa Francisco el mes que viene? ¿Cómo lograron eso?

“Es algo que no surgió de nosotros, que salió casi solo. Resulta que hace poco dimos un recital y nos escuchó el maestro Daniel Mazza, que es un director reconocidísimo y que está mucho en Italia. Fernando, me dijo, que necesitás. Ir allá, nos gustaría actuar allá, le contesté. Nos pusimos en contacto con el maestro Sciutto, que es platense y está hace años como director en Pescara.

Se sumaron contactos y se logró que nos hospeden coreutas de Roma, en sus casas. La idea es que nosotros demos conciertos y también cursos de dirección coral para alumnos de Roma, L´Aquila, Ascoli y Pescara… En ese fárrago de cosas, surgió que podremos cantar el 4 de junio a mediodía en el Vaticano, frente a Francisco…”

¿Quienes integran el coro de Cámara Platense?

“Esta integrado exclusivamente por músicos profesionales. La gran mayoría son directores de coro… así que es un coro de directores de coro… Es algo curioso, realmente”

¿Por qué la Cantoría se llama Ars Nova, qué significa?

“Ars nova –arte nueva- surge en la Edad Media como contraste de la anterior Ars Antiqua. La musicología define así a la música del período anterior al siglo XIV, hasta que un compositor francés propone una música más moderna, que él mismo calificó como ars nova”

¿Qué va a hacer ahora la Cantoría Ars Nova?

“Vamos a tirar la casa por la ventana, porque el año que viene cumplimos 50 años… Estamos diagramando la programación”

“Contarán con importantes fuentes de financiación…”

Sí, por supuesto… Nuestros bolsillos”.

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La última pregunta lo hizo vacilar un poco. Fue cuando se le preguntó por sus proyectos. Pensó unos diez, quince segundos y dijo: “mi proyecto es ir acompañando esta evolución en la que uno vive…”. Una respuesta que, a su vez, hizo pensar… ¿Pero no tiene algo más tangible a la vista?

Sí, tenía: “quisiera llevar la música coral argentina a Europa… quisiera llevar el repertorio folklórico y de tango… Piazzolla, por supuesto… y también las obras corales religiosas argentinas… como por caso un maravilloso Ave María que compuso la berissense Georgina Perazzo”.