La Ciudad, en éxtasis por la definición del torneo

SENSACIONES

Por NICOLAS NARDINI

El pulso de la ciudad no es el mismo. Hay ánimos alterados, ansiedad y mucha expectativa en la antesala de la definición de un Torneo Final que encuentra a los dos equipos de la ciudad persiguiendo el sueño de alzarse con la corona.

El tremendo volantazo del Lobo de Troglio, que tras cinco victorias en fila se trepó a lo más alto de la tabla de posiciones, rompió definitivamente el status quo imperante. Estudiantes, en base al orden y la regularidad que le impregnó Mauricio Pellegrino, se encontró en lo más alto de la tabla en buena parte del certamen, pero la sorprendente presencia de Gimnasia generó que la ciudad toda se entregue definitivamente a la charla futbolera sin distinción de horario ni ámbito.

La valoración de sorpresivo que se le otorga al liderato albiazul no tiene un espíritu peyorativo, sino que viene, más bien, a destacar que este equipo se armó para otra cosa y por obra de su coraje y su actitud, el buen andar en su pelea de fondo -la permanencia- lo depositó en la contienda por el premio mayor.

ENTRE CAFES Y MEDIALUNAS...

En estas horas, no hay conversación que no acabe atravesada por el fútbol en toda la región. En los cafecitos tradicionales del centro, en las estaciones de servicios de la periferia y hasta en esos minutos muertos de aquellos que cargan GNC, se cuela el fútbol como cuña para entablar diálogos con cualquier interlocutor ocasional.

La ciudad entró en esos momentos mágicos donde la redonda tiene preponderancia absoluta. El carácter incluyente de toda discusión donde el centro de la polémica sea el deporte más popular del mundo democratiza las conversaciones. Así, hasta el “más pintado” le discute al que se dice futbolero de pura cepa y aquel vecino del barrio que jamás se calzó un par de botines pierde la indiferencia y se zambulle en ese inigualable placer que representa formar parte de un buen debate futbolero.

Los recreos en las escuelas, las colas en los supermercados, el paso de un aula a otra en los pasillos de cualquier facultad y la ronda de mates de toda oficina se ven invadidos por el virus del fútbol.

Si alguna vez Sabella dijo que este país tiene 40 millones de entrenadores, es menester destacar que en la ciudad, en estas horas, abundan, además de los técnicos, los futurólogos, los videntes y los matemáticos que dicen tener “la precisa” sobre quién se quedará con el campeonato.

¿RESISTIRAN LOS CORAZONES?

No hay que perder de vista una cuestión en esta historia. Por más romántico que sea para los futboleros transitar horas cargadas de tanta adrenalina, la que transitamos es sólo la primera de las cuatro semanas -incluyendo esta- para el infarto que se vienen hasta que se resuelva el campeonato ¿Aguantarán los corazones de los fanáticos tanta tensión y ansiedad?

Pinchas y triperos saben que tienen las chances intactas. Estudiantes, en ese rol de perseguidor infatigable que tan bien le ha sentado tantas veces, está bien vivo en un torneo que pinta para definirse en la última fecha. Y Gimnasia, conducido por un eterno abonado al optimismo como Pedro Troglio, está arriba de todo y promete dar batalla para no bajarse por nada del mundo de semejante privilegio a tan poco del epílogo.

El torneo entró en la recta final. Y la ciudad tiene el orgullo de contar con los dos grandes bien metidos en la pelea. Los triperos cuentan los minutos para ver a su equipo defendiendo la punta en el césped del Diego Maradona ante Argentinos. Los Pinchas no ven la hora de que empiece a rodar el balón en el Ciudad de La Plata ante Godoy Cruz para no bajarse de la lucha. La ciudad entera vive al ritmo del Lobo y el León. Por varios días, el fútbol seguirá en el centro de la escena.