El vínculo que tuvo con los mens sana

En el comienzo de Grondona como mandamás afista, el presidente albiazul era Oscar Emir Venturino, con quien tenía un buen diálogo.

Tras un proceso de muchos cambios de conducción en calle 4, desde 1984 en adelante se aceitó un ida y vuelta permanente entre Grondona y las autoridades mens sana. Héctor Delmar, el presidente, y Jorge Antonucci, el vice, integraron el Comité Ejecutivo durante muchos años y lograron una amistad con el titular de la AFA.

De hecho, Grondona encabezó una gestión, por pedido de Delmar, para que el presidente de FIFA Joao Havelange estuviera en 1987 en la fiesta del centenario de Gimnasia.

A fines de 1993, Grondona se puso firme para que se organizara la final de la Copa Centenario de la AFA y la entrego en persona en el estadio Juan Carmelo Zerillo.

En los años `90, el presidente de aquel momento, Héctor Domínguez, cristalizó un estrecho vínculo con Grondona. De hecho, ocupa una gerencia en la AFA hasta la actualidad, tras dejar su función como directivo tripero.

El actual presidente del Lobo, el doctor Daniel Onofri, también había logrado un vínculo cercano con Julio Grondona, que se afianzó aún más en el viaje realizado por los dirigentes de los clubes al Vaticano para visitar al Papa Francisco.

Es más, Onofri remarcó en más de una ocasión que “Don Julio” fue su consejero cuando tuvo que tomar las riendas de la entidad y pasó a ser el máximo directivo albiazul. A lo largo de los años, Grondona tuvo estrecha relación con el Lobo.