Una vecina de Tolosa cayó en el engaño de un secuestro virtual

LA VIVIENDA DONDE LOS FALSOS CAPTORES LLAMARON A UNA MUJER PARA PEDIRLE RESCATE

Cada vez son más firmes los indicios de que la banda que se dedica a hacer secuestros virtuales en la Región es un grupo sofisticado y, que llegó a ramificarse de una manera tal, que le permite actuar en barrios diferentes en el transcurso de un par de horas.

En Barrio Norte, La Loma, Tolosa, El Mondongo y el Centro, fueron algunas de las zonas donde llamaron los falsos secuestradores durante el fin de semana, según indicó un vocero a este diario.

Dentro de esa ola delictiva, una mujer de 524 entre 4 y 5 no pudo darse cuenta de que la estaban engañando y por eso entregó toda la plata que tenía.

A ella la despertaron alrededor de las 3 de la madrugada de ayer, informaron fuentes policiales.

La voz de un joven, supuestamente muy similar a la de su hijo, le rogaba ayuda. Y de inmediato, el que tomaba el teléfono era el aparente secuestrador. Otra vez el libreto repetido: “Para que vuelvas a ver bien a tu hijo y lo larguemos entregá toda la plata”, ordenaba el delincuente.

La mecánica de esta clase de engaños obliga a las víctimas a no colgar la llamada, porque de lo contrario su familiar correría peligro. Pero los especialistas aseguran que lo que se debe hacer es justamente cortar e intentar comunicarse con la persona en aparente riesgo.

Nada eso alcanzó a hacer la mujer de Tolosa, porque terminó dejando en la calle una bolsa con tres mil dólares y cuatro mil pesos.

Lo que no aclararon las fuentes fue qué grado de conocimiento tenían los ladrones acerca de los datos personales del muchacho que en teoría tenían cautivo.

Una vez que la víctima pagó, vio que un desconocido al que no pudo identificar con ningún rasgo particular pasó caminando y se cargó la bolsa. Después llegó el alerta al 911: los policías tuvieron que comprobar si el hijo de la mujer estaba bien yendo hasta su casa. Lo encontraron durmiendo.

A 150 metros de allí, en 4 entre 525 y 526, un profesor sufrió otro engaño idéntico el sábado a la misma altura de la madrugada. Su hijo de 15 años había salido a bailar y, como no pudieron contactarse con él, terminaron pagándoles a los ladrones unos 40 mil pesos. Entre ese día y el anterior, una fuente oficial afirmó que hubo otros dos casos en pocas cuadras a la redonda.

otro pago

Ayer a las 7 de la mañana volvieron a engañar a un hombre de esta misma manera, cuando la que lloraba y suplicaba auxilio era la voz de una mujer “muy parecida” a la de la hija.

La secuencia fue igual a las demás, aunque en esta oportunidad el hombre intentó por la línea de su celular contactarse con ella para descartar el secuestro.

“Pero la mala señal y el tiempo que apremiaba hizo imposible que él supiera que yo estaba durmiendo”, aseguró la hija del hombre estafado.

Según la Policía, la mejor prevención es estar alerta y desconfiar de esta clase de llamadas.