Crecen los cruces en la recta final para las próximas elecciones de Universitario

LA ÚLTIMA ASAMBLEA DE AGOSTO, EN LA QUE SE RECHAZÓ LA VENTA DE LA SEDE NÁUTICA DE UNIVERSITARIO EN PUNTA LARA

Con una dura crisis de financiamiento como telón de fondo, el club Universitario entra en la recta final camino a la renovación total de sus autoridades. El primer día de octubre, en una asamblea convocada por la actual dirigencia, se proclamaría la nueva conducción.

Así lo confirmaron ayer las autoriades de la entidad, que no buscarán retener las riendas de la entidad luego del rechazo de la mayoría de sus socios a un plan de saneamiento económico que contemplaba la venta de la sede náutica de Punta Lara como mecanismo generador de divisas.

VENCIMIENTO DE PLAZOS

Este viernes vencerán los plazos para inscribir listas. Si bien hasta el momento no se formalizó ninguna, un nucleamiento de deportistas denominado Nueva Generación Albinegra adelantó que ira por el sillón de la presidencia de la “U”.

“A la luz de los resultados de la asamblea en que se trató la venta de la sede náutica, no vamos a presentarnos” admitió Alberto Darhanpé, titular del club con sedes en Gonnet, el centro y Punta Lara: “pero esto no está planteado en términos de ‘oficialismo’ y ‘oposición’, al menos nunca fue así de nuestra parte”.

El dirigente subrayó que “esperamos que haya alguna propuesta que sea superadora de lo actuado hasta el momento, porque se ha hablado de la ‘ley Racing’ como recurso posible pero se incurre en inexactitudes: Universitario viene de llevar adelante exitosamente un concurso de acreedores, con quita y refinanciación de la deuda, y sobre el inmueble de Punta Lara hay una sentencia de remate que quedó en suspenso en el marco de ese concurso, pero si no se pueden afrontar los pagos va a volver a quedar operativa”.

Darhanpé destacó que “hay un déficit estructural, heredado desde hace muchos años, que crece mes a mes. Se lo estudió minuciosamente, y no queda otra opción que achicar la superestructura del club, desprendiéndose de algún inmueble y generando planes de retiro voluntario; pero la mayoría de los socios no lo entendió así y son las reglas de juego. Creemos sin embargo que no sería lo mejor asumir la responsabilidad de conducir, para tener que entregarle las riendas a un fideicomiso externo en un par de meses”.