Complica el cambio de tendencia global

La economía mundial comenzó un drástico cambio en el último tiempo, que se caracteriza por la recuperación de la fortaleza del dólar, y signos evidentes de un menor dinamismo tanto de la economía europea, como de dos socios vitales para la Argentina como son Brasil y China, que redujeron su demanda de productos nacionales .

Esta combinación de acontecimientos, junto a la cosecha récord de soja en Estados Unidos de este año y que podría ser aún mayor en 2015 (ya que se prevé una superficie récord para el cultivo de la oleaginosa), derrumbó los precios del principal producto de exportación Argentina.

A ello se suma la baja en el precio del petróleo que a un nivel de algo más de 80 dólares el barril, genera interrogantes sobre la factibilidad de los yacimientos de Vaca Muerta (ver pág. 3).

A este cúmulo de acontecimientos, que básicamente apuntan a una menor recuperación de la economía mundial, con fuerte repercusión en nuestro medio siguió un generalizado derrumbe bursátil a nivel internacional, que vino a reflejar esta peor perspectiva del nivel de actividad, pero además el creciente convencimiento de que Estados Unidos ajustará las tasas de interés de referencia, lo que también contribuirá a enfriar la economía global.

EL IMPACTO

Según la consultora Management & Fit, si se confirman algunas de las últimas proyecciones dadas a conocer por el Fondo Monetario Internacional, una mayor demanda externa producto de esa lenta recuperación económica global impulsará las exportaciones nacionales. Manteniendo constante el resto de las variables, la mayor tasa de crecimiento de la economía global se traduciría en un aumento cercano a 1.000 millones de dólares en las exportaciones argentinas.

Sin embargo, los precios de los commodities seguirán cayendo. A pesar de una demanda robusta, los precios de los productos agrícolas exhiben una fuerte caída debido a la expectativa de cosechas abundantes en las principales regiones productoras. Específicamente para la soja, el trigo y el maíz (cultivos principales en Argentina), los precios cayeron 25%, 16% y 17%, respectivamente, en lo que va del año. A futuro, las buenas perspectivas en materia de producción se mantienen inalteradas, lo cual continuará presionando a la baja las cotizaciones.

MENOS DINAMICA

Por su parte, para Economía & Regiones, la caída en el precio internacional de la soja se ubica en torno a 350 dólares la tonelada, mientras que el precio promedio de la oleaginosa entre 2001 (169 dólares por tonelada) y 2007 (317 dólares) se ubicó en torno a 232 dólares la tonelada. En otros términos, en la actualidad el precio de la soja cotiza un 50% por encima del precio promedio del 2001/2007. Por ende, ni el mundo ni el precio de la soja no se nos vino “encima”, pero la situación complica.

No obstante, macroeconómicamente se percibe que el precio de la soja actual no “alcanza” para dinamizar, y mucho menos motorizar, el débil nivel de actividad económica local, que caería en torno al 3% en 2014 y “con más de lo mismo”, se contraería aún más en 2015.

Según la consultora esto se debe a que el actual precio de la soja está más barata que en 2013 (517 dólares); 2012 (538 dólares) y 2011 (438 dólares). Sin embargo, comparar el precio actual de la soja con el que había en 2013 / 2011 no sería correcto para argumentar que la actual cotización es muy baja, ya que la base de comparación es contra años formidables en materia de precios de oleaginosa.

Es más, se podría argumentar que en 2007 cuando la economía creció al 8% anual, el precio de la soja era 317; es decir más bajo que su actual cotización.