Ya hay alarma por el desborde inflacionario

Por OSVALDO GRANADOS>

Hace cuatro años, cuando la inflación anual estaba en el 15 por ciento, todos aseguraban que no pasaba nada, que en Argentina un poco de inflación es buena, que se crece y es lo principal.

Hoy, cuando nos estamos acercando al 40 por ciento, suenan las alarmas y todos los candidatos, con amargura, aseguran que se van a necesitar tres años de sacrificios para bajarla a un dígito.

¿Por qué se pasó del 15 al 40 por ciento? Porque hay una inercia de todos los sectores a subir los precios para no perder rentabilidad. Los salarios y el dólar son algunas de las variantes que acompañan la suba.

Si con inflación se crece, todos los países del mundo nos estarían imitando.

LA CONSIGNA ES NO DEVALUAR

Hasta ahora desde el Banco Central aseguran que no habrá devaluación.

Van a seguir usando el dólar como ancla antiinflacionaria. Por lo tanto, el atraso cambiario va a aumentar.

¿Podrán aguantar hasta diciembre de 2015?. Difícil.

El año que viene hay que pagar más de 12.000 millones de dólares de deuda y por las bajas en los precios de la soja y maíz apuntan a una perdida de 7.000 millones de dólares.

Mientras el ajuste lo esta haciendo la demanda. La industria lleva 14 meses de bajas.

¿Dónde se nota la recesión?

La caída en la actividad económica repercutió en las ventas de nafta y gasoil.

La venta de nafta cayó un 3,6 por ciento. El precio subió 60 por ciento en 12 meses. Ninguna paritaria pudo igualar esa escalada. Por su parte el gasoil cayó 5,5 por ciento según un informe del Instituto General Mosconi.

LA RECESION

La recesión se va a profundizar en estos meses hasta fin de año. Todos los datos económicos, como venta a minoristas, producción industrial, construcción, escrituras de inmuebles, empleo, tienen signo negativo.

La caída del PBI este año estará entre el 2 y 3 por ciento.

El Gobierno trata de compensar la baja en la actividad apelando al gasto público. Pero la escasez de dólares le impide autorizar importaciones de insumos que son esenciales.

El índice Construya marca que luego de crecer el 8 por ciento en el primer trimestre y caer 5,4 por ciento en el segundo, en el tercero, la Construcción arroja una caída anual del 12,3 por ciento.

Un dato clave: por el descenso en la actividad, el Gobierno gastó la mitad para importar energía.

En agosto se importó por 770 millones de dólares contra 1.483 millones del mismo mes de 2013.

Hoy la imagen es de una economía que no tiene de dónde agarrarse para dejar de caer.

¿Cómo sigue la película?

¿Hay acuerdo con los fondos buitre o no?

Todos los economistas dicen que la respuesta a esta última pregunta es clave. Miguel Bein asegura que habrá que respetar el juicio y pagar en enero.

La caída del PBI este año estará entre el 2 y 3 por ciento.

Si es positivo, se destrabaría el ingreso de dólares. Se haría en enero cuando no rige la cláusula RUFO.

Desde las usinas políticas del Gobierno aseguran que nunca les pagaran el juicio. Que si quieren cobrar, sólo se pagará lo mismo de los que aceptaron el canje.

¿Por qué?

La respuesta: “Hay que mantener las banderas, para poder volver en 2019”.

Por lo tanto estamos en otro escenario.

Seguirán con “más de lo mismo”, potenciar la política fiscal expansiva de aumento del déficit financiado con emisión y mantener la presión fiscal.

Ademas, pedirán dinero afuera. Con tasas altas. La consigna es “no devaluar”. Que lo haga el que viene.