Su amigo murió en un accidente y lo detuvieron por robarle todo

AL RECONOCER EL CUERPO DEL JOVEN FALLECIDO, EN EL SAN MARTÍN, SUS FAMILIARES ADVIRTIERON QUE LE FALTABAN PRENDAS Y EL TELÉFONO

Un hombre de 45 años fue detenido en las últimas horas en el marco de una causa que se inició por un accidente fatal ocurrido en 2013 en Los Hornos, pero no como imputado por la muerte de la víctima, sino sospechado de haberle quitado sus pertenencias cuando agonizaba en el pavimento. Otros dos datos que describen con bastante justeza al ahora detenido: iba en la misma moto junto al joven que falleció (aunque que él salió casi ileso de aquel hecho) y lo descubrieron siguiendo el rastro del celular de su amigo muerto: lo había vendido, informaron fuentes oficiales. Al momento de la captura detectaron que estaba en libertad condicional.

La historia arrancó a las 2.40 de la mañana del 6 de septiembre del año pasado, cuando Emanuel Eduardo Alvarez (25) conducía su moto Honda Storm de color rojo y 125 cc por 137 y 68. Por lo que establecieron los peritajes accidentológicos, el joven perdió de repente el control de su vehículo y rodó al pavimento, donde quedó tendido prácticamente sin vida.

“Sufrió un golpe muy fuerte en la cabeza”, dijo un jefe policial, agregando que al momento del despiste Alvarez iba en la moto junto a otro hombre al que “conocía del barrio”. En definitiva, la víctima fue trasladada de urgencia al hospital San Martín, aunque no hubo nada que los médicos pudieron hacer para salvarlo. Al otro día sus parientes lo reconocieron, pero en simultáneo advirtieron algo que los inquietó: a Emanuel le faltaban la campera, un par de zapatillas Nike nuevas y su teléfono celular.

comunicaciones

Policías de la DDI La Plata y de la comisaría Tercera comenzaron entonces a buscar testigos que hubieran visto lo que pasó después de la rodada, y todas las versiones apuntaban en la misma dirección.

“Habían visto a este hombre manipulando la campera de la víctima, como si ocultara algo en la misma”, aseguró la misma fuente, sin pasar por alto que este hombre “salió ileso” y se fue de la escena antes de que llegara la ambulancia. Se abocaron entonces a rastrear las llamadas entrantes y salientes del aparato telefónico de Alvarez, que siguió activo tras su muerte.

Analizando los abonados con los que se comunicaba la línea los invetigadores lograron establecer el domicilio donde estaba el aparato, tras lo cual lo secuestraron y escucharon a quienes lo tenían: “Manifestaron que se lo habían comprado a un tal Pocho, que es el apodo del acusado”, completó el vocero.

Con todos esos elementos el fiscal Alvaro Garganta pidió la detención del “amigo” del fallecido, que se concretó con el aval de la jueza María Inés Garmendia después de que los hombres de la DDI y los de la Tercera montaron una celada en inmediaciones de la casa del imputado.

Los policías de civil lo demoraron y trasladaron a la DDI, donde se estableció que estaba en libertad condicional tras haber purgado una condena de 3 años y medio en la Unidad 1 de Olmos, en una causa por delitos contra la propiedad.