Cambiarse la cara o pasarse de cirugías

LA ACTRIZ RENÉE ZELLWEGER EN SUS DOS VERSIONES. A LA IZQUIERDA, EN SU ÚLTIMA APARICIÓN PÚBLICA, EN LA QUE SE PRESENTÓ CON UN ROSTRO CASI NUEVO. A LA DERECHA, UNA IMÁGEN SUYA DE HACE TRES AÑOS. PARA MUCHOS, PARECEN DOS PERSONAS DIFERENTES

Cuando se presentó en público después de haberse alejado por algunos años de Hollywood, y a pesar de su fama y belleza, nadie parecía reconocerla. La actriz Renée Zellweger, la recordada intérprete de la saga “Bridget Jones”, “Nuestra canción de amor”, o “Cold Mountain”, película por la que ganó un Oscar a la mejor actriz de reparto, se mostró con un rostro totalmente cambiado que comenzó a provocar numerosos comentarios acerca de las cirugías estéticas a las que se sometió.

Es que la intérprete estadounidense de 45 años lució una cara tan cambiada, que inclusive algunos medios estadounidenses la calificaron de “virtualmente irreconocible”.

La CNN, por ejemplo, comparó la cirugía de la actriz con la que llevó a cabo en su momento la estrella de “Dirty Dancing”, Jennifer Grey, que confesó haberse arreglado la nariz con resultados muy poco favorecedores.

Sin embargo, no es la primera vez que Zellweger provoca estos debates, ya que años atrás apareció en distintos actos públicos con un rostro más afilado, e inclusive en el cine no dudó en alterar drásticamente su físico para encarnar de forma adecuada al personaje de Bridget Jones en dos ocasiones, en 2001 y en 2004.

Pero en este caso parecería haber redoblado la apuesta al pasar por el quirófano para reducir arrugas, obtener un aspecto más delgado, retocar las mejillas, los párpados y la nariz, además de haberse aplicado un tratamiento de bótox. En definitiva, casi una cara nueva.

La actriz, ex pareja de compañeros de profesión como Jim Carrey o Bradley Cooper, y quien mantiene actualmente una relación con el cantante Doyle Bramhall, es consciente del revuelo que provocaron las fotografías que muestran un notorio cambio en su rostro y, lejos de enfadarse, asegura que se alegra de que la gente lo perciba pues se debe a que lleva una vida “diferente, sana y feliz”.

“Me alegra que la gente piense que luzco diferente -dijo- estoy viviendo una vida distinta, feliz y satisfactoria. Me entusiasma que, tal vez, se refleje”.

Pero fue tal el revuelo que provocó su nueva cara, que Zellweger debió salir a afrontar la controversia, a la que calificó como “tonta”.

“Parece que aquellos que buscan una perversa verdad que no existe no me van a dejar tranquila hasta que dé una explicación al respecto. Pero simplemente mis amigos dicen que doy la sensación de ser una persona en paz y de estar sana. Esa es la única verdad. La gente no me conoce en mis 40. No me conoce estando así de sana. Puede que esté diferente. ¿Quién no cuando se envejece? Pero soy diferente. Estoy feliz”, concluyó, tras aclarar que no le importa que haya gente que no la reconozca con su nuevo aspecto.

Sin embargo, no es la primera vez que un “cambio de cara” genera tanto impacto. Hay antecedentes en figuras como Meg Ryan, Nicole Kidman, Michael Jackson o, en nuestro país, la modelo Raquel Mancini, entre otros, quienes también pasaron por el quirófano provocando asombros y polémicas.

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