La memoria secreta del rock platense

Empezó como un juego virtual. Pero creció hasta convertirse en una movida enorme que involucra a más de 500 músicos, periodistas y fanáticos platenses con amor a la música y una dosis alta de melancolía. La consigna: usar las redes sociales para compartir, entre todos, discos, grabaciones inéditas y registros en vivo de bandas de rock platense de todas las épocas. Desde aquellas formaciones móviles que, a fines de los setenta y entre City Bell y La Plata, derivaron en Virus hasta fugaces bandas indies con nombres extraños y hermosos que dejaron al menos un registro de su paso por la música.

“Todo esto es tan tuyo como mío”, una frase acuñada por La Cofradía de la Flor Solar en 1971 da la bienvenida al grupo que por ahora usa Facebook como plataforma pero que promete ir más allá. El creador es Juan Ignacio Pilegi, músico y fanático del rock platense que viene registrando grabaciones de bandas locales desde mediados de los 90. “Lo que la inundación no se pudo llevar lo compartimos acá”, explica Juan, que resalta el espíritu colaborativo de la iniciativa.

El mecanismo es sencillo: cualquier miembro del grupo que tenga material para compartir lo sube a una página de almacenamiento de datos en la web y pasa el link a los demás. La idea prendió rápido y se expandió. Hubo un aluvión de colaboraciones y hubo que ordenar los discos por índice alfabético, además de administrar los pedidos de los que sueñan con reencontrarse con la música de esa banda punk que los cautivó en la adolescencia y que se separó después del primer disco.

El entusiasmo es tal que ya se hizo una plataforma para escuchar en una radio virtual en modo random los temas de los discos. Y ahora, los fundadores piensan armar un recital para que algunas de esas viejas bandas se vuelvan a juntar a tocar esos. Pero no pierden de vista el objetivo inicial: gestionar colectiva y desinteresadamente un archivo audiovisual de la historia del rock platense.

José I. Maldonado