El oficialismo uruguayo pone en juego el control del Parlamento

MONTEVIDEO.- Un período de bonanza económica encabezada por el Frente Amplio y la popularidad del presidente saliente José Mujica no garantizan la victoria de la coalición de gobierno en las elecciones presidenciales de mañana en Uruguay, donde las encuestas marcan una paridad entre el oficialismo y la oposición y, según analistas, el Frente podría perder la mayoría parlamentaria de la que goza desde 2005 e incluso la presidencia en la segunda vuelta electoral que todas las mediciones descartan.

Cada uno de los aspirantes a suceder a José Pepe Mujica como presidente, y los partidos, que buscan renovar las bancas en la Cámara de Representantes y el Senado, insistieron una vez más en sus argumentos y estilos de campaña, marcada por las previsiones de todas las encuestas que apuntan a una votación sin mayorías y a una muy ajustada elección en segunda vuelta del jefe de Estado.

Estas encuestas señalan que el izquierdista Frente Amplio, mayoritario en ambas Cámaras del Congreso, perdería su dominio y abriría la posibilidad de que unidos los partidos Nacional y Colorado, los “tradicionales” que gobernaron el país durante la mayor parte de su historia, lo puedan superar en escaños.

Del mismo modo, el candidato presidencial oficialista, Tabaré Vázquez no obtendría el 50 % de los votos en esta convocatoria (las encuestas le dan entre el 41% y el 44% %) y podría no ganar en el ballotage ante Luis Lacalle Pou, su más probable rival.

LOS DISCURSOS

Vázquez, de 74 años, acompañado por su candidato a vicepresidente Raúl Séndic, afrontó este último discurso de la campaña de forma relajada y con la intención de despertar el entusiasmo de los frenteamplistas, el cual lo llevó a convertirse en 2005 en el primer presidente de izquierdas en la historia del país. “Defendamos esta alegría que conquistó el pueblo uruguayo con el Frente Amplio, como una trinchera defenderla del caos, de las pesadillas, porque queremos un Uruguay que avance con todos los uruguayos”, dijo

Por su parte, Lacalle Pou cerró su campaña en la localidad de Las Piedras, donde compareció acompañado por su equipo y su mujer y con una bandera de Uruguay aferrada en la mano. Fiel a su lema de campaña “por la positiva”, el candidato nacionalista, al que las encuestas dan un 32 % de los votos, se centró en señalar que el domingo, con una elección “sin mayorías”, renacerá en Uruguay “una forma de relacionarse que hará bien no solo a los representantes, sino a la gente”, tras “diez años de Gobierno por la imposición”. Lacalle también lanzó guiños a sus rivales de otros partidos, especialmente los colorados, al señalar que a partir del día 27 si entra en el ballotage, ya no “será el candidato exclusivo del Partido Nacional y que tratará “de derribar muros y buscar coincidencias más que diferencias”.

Por su parte, Pedro Bordaberry del Partido Colorado, al que las encuestas dan un 15 % en intención de voto se presentó ante sus fieles en la rambla de Montevideo bajo el lema “Sí se puede”, una referencia a su esperanza a entrar en el balotaje y, ante ellos, también subrayó la importancia de la decisión del domingo, que valdrá para “cinco, diez, quince años”.

IMPREDECIBLE

Pese a las notables mejoras económicas de Uruguay en la última década ya que es un país que crece, que atrae la inversión extranjera y cuyos salarios reales han aumentado 12,6%. Indicadores de una exitosa política económica que logró reducir el desempleo a un dígito (6,7%, la última cifra de agosto), luego de décadas de cifras de desocupación de dos dígitos, y cuyo PBI ha aumentado ostensiblemente los últimos cinco años, el Frente Amplio tienen mañana un difícil test electoral, ya que hay coincidencias que está en peligro su mayoría en el Congreso.

Las encuestas marcan una paridad entre el oficialismo y la oposición sumada, como ya sucedió en las últimas elecciones y se descarta se repetirá en esta oportunidad. Según analistas consultados, el Frente, puede perder la mayoría parlamentaria de la que goza desde 2005 e incluso la presidencia.

Los últimos sondeos muestran a esta coalición de izquierdistas al frente de las preferencias con un porcentaje que oscila entre 39 y 46%, seguido del Partido Nacional con 31 y 34% y en tercer lugar al Partido Colorado con entre 11 y 19%.

A sus 41 años, Lacalle Pou se ha convertido en la sorpresa de las elecciones: venció en la interna de su partido al senador Jorge Larrañaga, de larga trayectoria, y volvió a sorprender cuando logró que aceptara acompañarlo como su candidato a la vicepresidencia. “Una parte de la sociedad ha mudado su estado de ánimo y parece exigir nuevos prospectos a la dirigencia política y Lacalle Pou parece acaparar eses demandas”, afirma el politólogo Daniel Chasquetti, del Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad de la República.