Avances en la lucha contra la mortalidad infantil

La FAO destacó las mejoras sanitarias y de alimentación en el país en los últimos veinte años. La Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas destacó la evolución favorable en la Argentina de la mortalidad infantil, la expectativa de vida, la provisión de agua potable y factores de nutrición.

En la comparación entre los años 1992 y 2014, la FAO indicó que la subnutrición permanece en niveles inferiores al 5% de la población total, calificado como de hambre cero, al tiempo que crece la cantidad de calorías promedio de la dieta de los argentinos y la cantidad de proteínas en su alimentación.

Según el organismo, la mortalidad infantil alcanzaba a 25,7 niños por cada 1.000 nacimientos vivos para el año 1992, reduciéndose al 13,3 por mil para el año 2014, lo cual refleja una disminución de casi 50%.

Asimismo, entre el año 1992 y el 2014, la expectativa de vida se extendió 4 años, de los 72 a los 76.

En cuanto a la mejora en las fuente de agua, el informe señala que mientras en el año 1992 alcanzaba a 94,4% de la población, hoy lo hace al 98,7%.

En tanto, hubo una mejora de las instalaciones de saneamiento: mientras en el año 1992 alcanzaba al 87,6% de la población, hoy lo hace al 97,2%.

Acerca de la nutrición, la FAO indicó que la anemia en mujeres se redujo de 35,3% a 28,2% y en niños menores de 5 años se redujo de 29,7% al actual 20,5% en el período citado.

El suministro de energía alimentaria se incrementó y la cantidad de calorías de la dieta promedio de los argentinos pasó de las 2.999 calorías en 1992 a las actuales 3.374; mientras que el promedio de suministro de proteínas evolucionó desde los 95 gramos diarios a los actuales 99, según el organismo.

MALNUTRICION

La malnutrición es uno de los problemas de salud y de desarrollo más graves del mundo, pero que menos atención reciben. Mientras que alrededor de 805 millones de personas en el mundo carecen diariamente de alimentos suficientes, otros 2 mil millones sufren de deficiencias de micronutrientes u otros efectos de una alimentación inadecuada, lo que equivale al 30 por ciento de la población mundial. Lo subrayó la FAO, en las vísperas de la II Conferencia Internacional sobre Nutrición que se llevó a cabo en Roma entre el 19 y 20 de este mes.

Constatando que “una nutrición inadecuada daña seriamente la vida de las personas, incide de manera sumamente negativa en las economías nacionales, obstaculiza seriamente el desarrollo y perpetua la pobreza”, denunció la FAO y la OMS, al mismo tiempo. Y remarcaron que, una vez más, el despilfarro de alimentos y el problema de la obesidad, son fenómenos que han aumentado notablemente en todo el mundo.

Esto significa -se lee en un comunicado- que el mundo produce mucho más de lo que necesita, y que estamos dejando huellas cada vez más profundas en los recursos, en cuanto al uso de la tierra, emisiones de carbono, degradación del medio ambiente y otros aspectos de la producción de alimentos.

“Vivimos en un mundo de abundancia -afirma la FAO- y es notable el incremento en la cantidad de alimentos que la agricultura ha producido en las ultimas décadas. Sin embargo, lo que también destaca es que en este mundo de abundancia aún tenemos a más de 800 millones de personas que padecen hambre y no consumen las calorías suficientes y 2 mil millones que comen mal”.