Aterrizando con disco bajo el brazo

Recientemente editado en Argentina por el sello Warner Music, “Moon landing” es el cuarto álbum de estudio de James Blunt. Producido por Tom Rothrock, quien trabajó con artistas de la talla de Beck, Moby y Foo Fighters, y el propio vocalista británico en “Back to Bedlam”, el disco más exitoso de su carrera, lo muestra en una busqueda de sus raíces como cantautor.

“Trata de volver a lo básico y redescubrir el poder de la música” confirma Blunt: “comunicarla directamente y con honestidad, sin demasiada perfección o complicación”.

El ex militar inglés apunta que “es un disco que trata acerca de los sueños, los anhelos, el primer amor... Mirando en el espejo, viendo el muchacho que eras y el hombre que sos, y aprendiendo a estar cómodo con eso, con todos sus defectos”.

Además de Rothrock, también Martin Terefe, quien trabajó con Jason Mraz, Train y Jesse & Joy, participó en la producción del álbum que está disponible en la versión standard y la especial “Moon landing Apollo edition”, que incluye cuatro nuevas canciones y un DVD extra con un concierto grabado en vivo en el Paleo Festival, un importante evento rockero que se realiza anualmente en la localidad de Nyon, en Suiza.

“Hay algo romántico, solitario y antiguo en los aterrizajes lunares” señala Blunt en referencia al nombre del disco: “un recuerdo nostálgico de algo que nos costó creer cuando lo conseguimos y, por alguna razón, no lo conseguimos nuevamente, como el primer amor”.

El bueno de James tendrá su aterrizaje porteño el próximo 15 de marzo, en el estadio Luna Park, ocasión en la que además de presentar los nuevo repasará hitos de su repertorio, como “You’re beautiful” y “1973”.

Nacido en el hospital del ejército británico en Tidworth, Wiltshire, Blunt revistó seis años en las fuerzas armadas en Canadá, Kosovo y Londres, antes de ser “descubierto” por los sellos discográficos como consecuencia de su participación en festivales como el Southwest Music.

Fichado por Linda Perry para Custard Records, grabó el debut “Back to Bedlam”, en Los Angeles ante la indiferencia general, hasta que su tercer corte, “You’re beautiful”, fue la piedra filosofal.

En los años siguientes, llegaron dos discos más, tres giras mundiales, cuatro singles número uno, cinco nominaciones a los Grammy, 17 millones de álbumes, 20 millones de singles vendidos en todo el mundo, y la friolera de 257 millones de vistas en Youtube.