En primera persona

La banda uruguaya de rock La Vela Puerca acaba de lanzar su nuevo disco, “Erase...”, suerte de libro musical donde regala doce historias de esquinas encontradas, soldados de plomo, caminantes que quieren olvidar, cartas perdidas y enredos existenciales.

“’Erase...’ tuvo la particularidad de saberse su nombre antes que las letras de sus canciones, cosa que no nos pasó en 20 años. Siempre buscamos el título entre las letras para ver si había algo que lograse encerrar todas las canciones pero con este disco fue al revés”, expresó Sebastián Teysera (voz) Teysera.

Una de los detalles distintivos que presenta el flamante registro es que los vocalistas deciden alejarse de las composiciones en tercera persona para cobrar protagonismo en cada letra desde una arista más introspectiva que despunta en el yo.

“Fue un desafío en lo personal y en relación a la escritura de las canciones porque ya tenía una pauta. Me encontré frente a esa pequeña catarsis que uno hace al escribir y sentí la valentía para decir las cosas en primera persona”, afirmó Teysera.

Rememorando el clásico comienzo de aquellos cuentos infantiles, intentando -quizá- apelar a cierta ingenuidad, sencillez y magia y permitiendo la intromisión del oyente hasta lo más recóndito de las sensaciones, “Erase...” se construye en tres capítulos y sobre la base de un libro de cuentos cantados.

“Busqué la manera de meterme en el personaje sin ser necesariamente yo. Me pareció interesante escribir cuentos desde uno mismo, porque aunque generalmente hablen de otra persona, es uno el que está escribiéndolos”, reflexionó.

Por su parte Rafael Di Bello (guitarra) subrayó que las letras se encuentran con “cosas que pasan. No inventamos nada del todo y existe parte de realidad. Volcamos introspección, sensaciones sobre cómo se ve o debería verse uno e impresiones sobre como ves lo que le pasa a otra persona. Evitamos la superficialidad. Son historias que nacen de las entrañas”.

Los capítulos, con su explicación lógica como “Chamán”, representativo del sonido envolvente del separador, o “Epílogo”, avizorando el final, o titulados desde la casualidad como “Araucaria”, árbol que proyectaba la sombra sobre Teseyra mientras escribía, y “Agua”, simplemente porque era el sonido que reproducía el celular del productor y eterno sonidista del octeto, Esteban Demelas, articulan “un descanso en el oído y en la cabeza para poder abordar el siguiente viaje”.

Imprimiendo un “tinte natural”, los ocho músicos se instalaron en la casa de uno de los vocalistas, llevaron los instrumentos y apretaron “rec” sobre el sonido ambiente, con el objetivo de diagramar el disco de la misma forma en que organizan sus recitales.

“Una premisa del disco fue grabarlo del mismo modo en que suena la banda en vivo, con canciones que nos daban el pie para poder trabajar otra emoción. El disco empieza con mucha energía, típico de La Vela, después viene un separador y salta ‘Ves’, que es otro mundo”, describió el vocalista.

A diferencia de discos anteriores, los músicos rescataron que en “Erase...” existe “un coqueteo con el pop que antes no teníamos” y la clave radica en “¿Ves?”, tema de difusión que el octeto grabó con el cantante y compositor uruguayo Jaime Roos y que aborda la temática de la desilusión y la consciencia ante el choque con la realidad.

“Después, hay temas como ‘Canción para uno’, que nació de un arpegio y de la secuencia de acordes que le correspondía. Me di cuenta de que nunca hubiera tocado esa secuencia de acordes si los hubiera agarrado de una”, agregó.

En la misma línea, Alejandro Piccone (trompeta) subrayó que “Erase...’ es “La Vela en su esencia pero con un paso diferente, como algunas canciones que son otra cosa. Somos esclavos de la canción, ella pide y nosotros damos, no hay nada premeditado”.

Entre confesiones y humor, De Bello manifestó que “lo que la gente no sabe es que cuando empezamos con la movida más ska, más para arriba, no podíamos tocar otro estilo porque no nos salía. Reggae y ska era lo mismo pero más rápido y más lento. En un momento sentimos que teníamos que movernos de ahí porque ya no nos identificábamos con eso y nos dimos cuenta de que éramos una banda de canciones”.

La Vela Puerca hoy, dos décadas después de su comienzo, se planta del mismo modo en que irrumpió en la oscura y densa escena del rock uruguayo post-dictadura, caracterizado por bandas como Los Estómagos, Los Traidores y Zero.