Bachelet promete una amplia reforma constitucional

La presidenta chilena Michelle Bachelet habló ayer al país desde el congreso, en el puerto de Valparaíso, mientras en las afueras la policía antimotines dispersaba con chorros de agua y gases lacrimógenos a manifestantes que intentaron saltar las rejas que aislaban la sede parlamentaria. Los incidentes dejaron un saldo de 37 detenidos y un estudiante en grave estado.

Unos 6.000 manifestantes se agruparon desde temprano en una plazoleta cercana al Congreso, donde hace una semana y en el marco de una marcha estudiantil un sujeto mató a tiros a dos estudiantes universitarios en una situación aún confusa. Cuando Bachelet inició la lectura del tradicional mensaje anual a la nación, los manifestantes portando numerosas banderas y carteles alusivos al crimen de los universitarios empezaron a caminar hacia la sede legislativa. Al intentar pasar el vallado metálico a pocas cuadras del Congreso, la policía los frenó y se desataron los incidentes. Mientras, Bachelet reiteró en el interior del Congreso que en septiembre iniciará un proceso constituyente para reemplazar la Constitución que el dictador Augusto Pinochet impuso a los chilenos en 1980, y que pese a sucesivas reformas, es considerada por la centroizquierda como ilegítima. Sin embargo, no aclaró si convocará a un plebiscito, a una asamblea constituyente o apelará a algún otro mecanismo.