Dilma busca tomar distancia de los arrestos por el caso Petrobras

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, recibió preocupada la detención del ex jefe de gabinete de Luiz Inácio Lula da Silva, José Dirceu (69), acusado de corrupción en el caso Petrobras, y procura distanciarse del escándalo con pasos que le aseguren la iniciativa política, la recuperación económica, y que disipen el descontento popular.

Mientras desde la oposición insisten con su apuesta a un juicio de destitución contra Rousseff, fuentes del Palacio Planalto dijeron que la causa por corrupción en Petrobras puede ser una amenaza ya que los investigadores pusieron la lupa en supuestas pistas que desembocarían en el gobierno, según publicó el diario Folha de San Pablo. Legisladores que estuvieron reunidos el lunes en una cena con Rousseff en el Palacio de Alvorada, residencia oficial, describieron el clima de preocupación reinante luego de la nueva detención de Dirceu, que ya fue condenado por el Supremo Tribunal Federal por el escándalo del “mensalao” (compra de votos parlamentarios).

El jefe de la bancada del gobierno en Diputados, José Guimaraes, salió a desmentir las especulaciones sobre alarma en la Presidencia, señalando que estuvo reunido con ella y que hay “mucha tranquilidad y el gobierno está trabajando en los temas relevantes para el país”. Según trascendió, en la reunión con Guimaraes y otros integrantes del Partido de los Trabajadores (PT, oficialista), Rousseff ordenó que los miembros del gobierno asuman un discurso distante del escándalo originado por la prisión de Dirceu junto a su hermano y un ex colaborador. Otro motivo de alarma en el Ejecutivo es la posibilidad de que alguno de los detenidos opte por la “delación premiada” (delatar a cambio de una reducción de condena), como ya lo hicieron otros presos en el marco de la causa Petrobras.

Asimismo, se esperan inminentes medidas para contrarrestar la caída de la actividad industrial, que bajó el 6 % en junio, lo cual refuerza la expectativa de recesión que según el mercado será del 1,8%.

DIRCEU, PRESO EN CURITIBA

En tanto, Dirceu, ex hombre fuerte del gobierno de Lula y dirigente de peso en el PT, ingresó ayer en un centro de detención de Curitiba, al que fue llevado desde Brasilia para responder por su presunta responsabilidad en el caso Petrobras. En Curitiba, cabe señalar, se tramita la causa. Dirceu está acusado de haber obtenido beneficios personales de la red de corrupción que operó al menos durante la última década en la petrolera. Esta red consistía en que importantes empresas constructoras se beneficiaban con licitaciones a cambio del pago de coimas a funcionarios vinculados a Petrobras. Dirceu ya cumplía una condena a 11 años y 10 meses por su responsabilidad en el “mensalao”, un sonado escándalo de sobornos parlamentarios denunciado en 2005, durante el primero de los dos mandatos de Lula. El ex hombre fuerte del gobierno de Lula ya había pasado 12 meses en prisión, pero a fin de 2014 obtuvo el beneficio de arresto domiciliario en su casa de Brasilia.