El chocolate se devora parte de la Amazonia

Para satisfacer la creciente demanda de chocolate en el mundo, la producción mundial de cacao (su materia prima) ha crecido más de un 2,1% anualmente en la última década hasta alcanzar los 7,3 millones de toneladas en 2014, según la Organización Internacional del Cacao. Este incremento llevó a la industria a buscar nuevas tierras para las plantaciones, en muchos casos a costa de la deforestación y del aumento de emisiones de CO2 (dióxido de carbono).

Así lo alerta un estudio publicado ayer por el World Resources Institute (WRI) que demuestra con imágenes satelitales que las plantaciones de cacao están invadiendo la selva tropical amazónica en Sudamérica. La mayor parte de la producción de cacao mundial provenía históricamente de los países de Africa occidental, pero el envejecimiento natural de los árboles, el aumento de las plagas, las enfermedades de los cultivos y las condiciones extremas provocadas por el cambio climático impiden a la región seguir supliendo el aumento de demanda.

Ante esta situación, los productores han puesto la mirada en Sudamérica como el futuro gran vivero de cacao, según explicó Ruth Noguerón, portavoz del Programa de Alimentos, Bosques y Agua del WRI, una organización de investigación global sobre medio ambiente, oportunidades económicas y bienestar humano.

Los datos de la FAO (organización de la ONU para la alimentación) lo confirma: la producción de cacao en Perú se multiplicó por cinco entre 1990 y 2013, y permitió que el país andino esté entre los diez mayores productores de cacao.

Este aumento de la producción no tendría por qué implicar daño ambiental, en tanto que los árboles de cacao refuerzan la absorción de carbono del suelo, a no ser que se haga, como constataron los investigadores, deforestando la selva para disponer de más tierra de cultivo.

Noguerón cita el caso de la empresa United Cacao, que en 2012 deforestó 2.000 hectáreas de la Amazonia peruana para establecer una plantación de cacao. Las imágenes satelitales de la NASA permitieron acceder a los datos de la parcela deforestada y calcular el aumento de emisiones asociado a ese cambio de uso del suelo: más de 602.000 toneladas de CO2, el equivalente en emisiones a dar la vuelta alrededor de la Tierra 60.000 veces en auto.

El hallazgo del WRI deja corto el cálculo de la multinacional Cadbury que indica que por cada barra de chocolate de 49 gramos se emite a la atmósfera un equivalente de 169 grs de dióxido de carbono. Ese cálculo sólo incluía los gases contaminantes generados por la producción de las materias primas (cacao, leche o azúcar), el envasado y la distribución, pero no el cambio de uso de la tierra.

Según el WRI, la huella de carbono del chocolate, teniendo en cuenta las emisiones que genera el cambio de uso del suelo, ascienden a 6,8 gramos de CO2 por gramo de chocolate con leche y 10,1 gramos de CO2 por gramo de chocolate negro.