En medio de protestas, el Papa llega a Ecuador

QUITO.- El oficialismo y la oposición en Ecuador han vuelto ayer a reeditar la pulseada política en las calles de Quito, con nutridas manifestaciones y concentraciones de apoyo y crítica al presidente Rafael Correa, a escasas horas a dos días de la llegada del papa Francisco.

El Frente Unitario de Trabajadores (FUT), la mayor central obrera del país, realizó una nutrida marcha por varias calles del centro de la capital, que contó con el apoyo de organizaciones estudiantiles y sociales. Los sindicatos, además de exigir mejoras salariales y la derogación de la normativa laboral a la que consideran “antiobrera y antipopular”, criticaron la supuesta “criminalización de la protesta” por parte del Gobierno de Correa.

Banderas rojas dominaron en gran parte del trayecto, así como pancartas con reivindicaciones de todo tipo, al ritmo de la principal consigna de la marcha: “Fuera, Correa. Fuera”.

“El oficialismo, por su parte, congregó a miles de sus simpatizantes en la Plaza de la Independencia con la consigna de “Defender la democracia” y de permanecer en vigilia permanente frente a los supuestos intentos desestabilizadores de la oposición.

Ello después que el jueves, el Ministro del Interior, José Serrano, denunció la existencia de un supuesto plan de la oposición para desestabilizar el Gobierno, que incluía la posible arremetida de los manifestantes contra los cercos policiales, para permitir la entrada de las marchas hasta la casa presidencial.

El presidente Correa, incluso dijo que la supuesta conspiración había fracasado ante la masiva concentración oficialista. De todas formas no se espera que las protestas alteren la visita del Pontífice, que tiene previsto arribar mañana a primeras horas de la tarde a la capital ecuatoriana, donde dará un primer discurso, de una gira que también lo llevará a Bolivia y a Paraguay.