Más de 2.500 muertos por el violento terremoto en Nepal

El terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter que el sábado devastó una amplia zona de Nepal (Asia) ha dejado más de 2.500 muertos y más de 5.000 heridos, según las últimas cifras oficiales, mientras un nuevo temblor de 6,7 grados aterrorizó ayer a los nepalíes y dificultó las labores de rescate.

El sismo, el peor desde 1934, cuando 8.500 personas perdieron la vida, devastó gran parte del valle central de Nepal dejando viviendas destruidas, rutas destrozadas y las telecomunicaciones y conexiones eléctricas muy dañadas en esa zona, donde se encuentra Katmandú. Sólo en la capital nepalí hay más de mil muertos.

El trágico terremoto afectó además a los países cercanos y causó la muerte de 62 personas en el norte de la India, 18 en China y una en Bangladesh.

BUSCAN SOBREVIVIENTES

Tras una noche en la que buena parte de los ciudadanos de Katmandú durmieron en la calle por el temor a nuevos temblores, el país se volcó a los trabajos de remoción de escombros y búsqueda de sobrevivientes. Ayer había personas cavando con sus propias manos entre la destrucción en Katmandú y piras funerarias masivas para despedir a los muertos.

A media mañana un nuevo sismo de 6,7 grados Richter desató el pánico entre los habitantes de Katmandú, donde se produjeron escenas de gente corriendo hacia el centro de las calles para protegerse de posibles derrumbes de edificios. El Servicio Geológico de EE UU (USGS, por sus siglas en inglés) informó que la réplica tuvo su epicentro 81 km al este de la capital nepalí. El nuevo movimiento telúrico, que hizo temblar el norte de la India y Bangladesh, provocó el cierre del aeropuerto de Katmandú y paralizó por unas horas las labores de rescate. A última hora del día, la aparición de lluvias causó un nuevo cierre del aeropuerto y dificultó los trabajos de remoción de escombros.

Miembros del Ejército indio participan en las tareas de salvataje en Katmandú y media docena de helicópteros de India están colaborando en el rescate de los montañistas atrapados en el Everest como consecuencia de los aludes que siguieron al sismo del sábado y que dejaron un saldo de 22 muertos y 217 desaparecidos. Al menos 32 personas fueron rescatadas en esa zona tras las avalanchas.

El primer ministro de Nepal, Sushil Koirala, pudo regresar ayer a su país desde Yakarta (Indonesia), donde estaba en viaje oficial, y pidió a sus compatriotas unidad ante el “gran desastre” que ha sufrido su nación. El primer ministro agradeció el respaldo de la comunidad internacional y la ayuda ofrecida por EE UU, China, la Unión Europea, Rusia, Pakistán y la India, entre otros países. La India, vecina de Nepal, envió varios equipos de expertos en rescate y sanitarios y varias toneladas de medicamentos, comida, y agua.

El del sábado fue el terremoto de mayor intensidad en casi 80 años en el país del Himalaya y el peor que ha vivido la región en una década, desde que en 2005 un movimiento telúrico causara una tragedia de grandes proporciones en Cachemira, con un balance de más de 84.000 muertos.

En el Vaticano, el papa Francisco encabezó oraciones en la Plaza de San Pedro por los muertos y desplazados en Nepal y los países vecinos. Durante su bendición dominical, el Santo Padre también pidió ayuda para los sobrevivientes. Dijo que estaba rezando por las víctimas, los heridos y “todos los que sufren esta calamidad” y pidió que reciban el “apoyo y la solidaridad fraterna” que necesitan. El secretario de Estado del Vaticano envió el sábado un telegrama de pésame formal para alentar a los equipos de rescate y consolar a los supervivientes.