Murió una chica de 16 años apuñalada por un extremista judío en una marcha gay en Israel

JERUSALEN.- La adolescente Shira Banki (16) que estaba en grave estado tras ser apuñalada el jueves pasado por un judío ultraortodoxo cuando se celebraba la marcha del orgullo gay en Jerusalén, falleció ayer a causa de las heridas recibidas. Así lo informó en un breve comunicado una portavoz de la policía israelí. La menor se encontraba internada en el hospital Shaarei Tzedek de Jerusalén. Otras dos personas sufrieron heridas severas en la misma marcha, y tres tuvieron lesiones leves y ya recibieron el alta médica.

El autor del ataque homofóbico, Yishai Shlisel, es un ultraortodoxo que había salido de prisión tres semanas atrás, luego de cumplir una condena de 10 años por un ataque idéntico en el que consiguió apuñalar a tres personas en 2005.

En el marco de la investigación, la Policía detuvo a la mujer de un rabino de Jerusalén que está entre los más duros detractores de la marcha del orgullo gay, para analizar si tenía alguna relación con el supuesto autor de los hechos. La sospechosa y su marido negaron cualquier implicación en lo sucedido.

La marcha de Jerusalén, que a diferencia de la más festiva que se celebra cada año en Tel Aviv, pretende ser una protesta contra la discriminación de la comunidad de gays, lesbianas y transexuales en la ciudad, estaba custodiada por cientos de agentes de varios cuerpos de la Policía y por un helicóptero que sobrevolaba la zona. Pero el vasto despliegue policial no fue suficiente para impedir la rápida carrera del atacante, que se había guarecido tras el muro de un pequeño supermercado desde el que asaltó a sus víctimas en medio de la confusión. Este crimen de odio se sumó otro hecho terrible ocurrido el viernes: el incendio premeditado de una casa palestina en Duma, en el que murió un bebé y otros tres familiares sufrieron heridas graves y que fue atribuido a colonos judíos.

En este marco, Israel adoptó ayer una serie de medidas inusuales contra terroristas judíos como las detenciones sin juicio (conocidas como detenciones administrativas) a judíos sospechosos de extremismo, para bajar la tensión tras la muerte del bebé palestino. Entre las medidas que los servicios de inteligencia interior, el Shabak, recomendaron al Ejecutivo, también figura la colocación de una pulsera electrónica a los sospechosos o convictos de actos de terrorismo judío. Ante las críticas a las autoridades israelíes de supuesta connivencia con este tipo de actos protagonizados por colonos y simpatizantes de derecha desde hace años, el Ejecutivo está intentando acallarlas mostrando “tolerancia cero” ante estos ataques.