Rusia amenaza a Turquía por el derribo de un avión militar

Turquía derribó ayer un avión militar ruso que, afirma, cruzó a su territorio desde Siria, incidente en el que murió al menos uno de los dos pilotos y que marcó la primera ocasión en medio siglo que un miembro de la OTAN derriba una aeronave rusa.

El incidente (en el que un cohete aire-aire de un caza turco F-16 impactó al avión ruso) enfatiza la creciente complejidad de la guerra civil siria, al enfrentarse varios grupos con alianzas contrarias en tierra y con el cielo repleto de aeronaves que bombardean varios objetivos. El derribo causó de inmediato fuertes reacciones de Moscú.

El presidente ruso Vladimir Putin catalogó la acción turca de “una puñalada en la espalda por parte de los cómplices de los terroristas” y advirtió sobre “consecuencias significativas”, mientras el canciller ruso Serguei Lavrov canceló una visita a Turquía planeada para hoy miércoles y quedaron interrumpidos todos los canales militares de comunicación bilateral.

Moscú anunció que protegerá sus aviones de guerra en Siria con el acorazado “Moskvá”, buque insignia de su Armada que quedará apostado en las costas de Latakia (Turquía), y escuadrones de cazas que los acompañarán en todas las misiones contra los yihadistas del ISIS. Además, reforzará la defensa antiaérea de los cazabombarderos rusos que operan en Siria. “Advertimos de que todos los objetivos que representen para nosotros una amenaza potencial serán destruidos”, indicaron fuentes militares rusas.

A pedido de Turquía, la OTAN se reunió de emergencia en Bruselas, y llamó a la calma a los dos países. Lo mismo hizo la ONU. También los mandatarios de EE UU, Barack Obama, y de Francia, Francois Hollande, reunidos en Washington (ver aparte) coincidieron en que hay que bajar la tensión. Turquía dijo que el avión Su-24 ignoró repetidas advertencias conforme se acercaba, y que luego invadió el espacio aéreo turco. Rusia insiste que el avión se mantuvo sobre Siria, desde donde apoyaba acciones terrestres contra los rebeldes al régimen del presidente Bashar Assad. Fuerzas rebeldes balearon a dos pilotos mientras descendían en paracaídas y uno murió. Al cierre de esta edición se desconocía la condición del segundo piloto.

LO QUE PUEDE ESPERARSE

Desde hace mucho, Turquía y Rusia no coinciden sobre la crisis de Siria, ya que Turquía busca expulsar al presidente Assad, un importante aliado de Rusia. El primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, insistió en que su país tiene el derecho de “tomar todo tipo de medidas” contra violaciones fronterizas.

Pese a las fuertes palabras, analistas consideran que Rusia y Turquía tienen motivos para evitar una escalada del hecho, ya que la relación económica rusa y turca es importante para Moscú. Rusia y Turquía tienen un dinámico intercambio comercial, que en 2014 ascendió a US$ 30.000 millones, y son dos naciones líderes en sus regiones. El 60% de las exportaciones turcas van a Rusia, mientras que Ankara es un gran cliente para el gas ruso. Además, Rusia está bajo sanciones económicas de Occidente por su intervención en Ucrania, y busca hacer buena letra para que le levanten las medidas de castigo. De hecho, Rusia y Occidente parecen estar de acuerdo en erradicar al ISIS tras el ataque a una aeronave rusa sobre el Sinaí el 31 de octubre y los ataques a París del 13 de noviembre.