Dijo que era plata para donar: “no les roben a las pobres monjitas...”

Una monja del monasterio de General Rodríguez donde fue detenido el ex secretario de Obras Públicas del kirchnerismo, José López, contó que conocía al ex funcionario de otras ocasiones, pero que en esta oportunidad había llegado “enloquecido”.

La religiosa afirmó que López llegó diciendo que había “robado dinero para ayudar” al Monasterio de Monjas Orantes y Penitentes, al que ya había ayudado otras veces.

“Es un hombre muy bueno, pero estaba muy loco. Hoy vino, medio loco estaba”, insistió la mujer, que no se identificó, en diálogo con el programa Majul 910 de La Red. La religiosa repasó el diálogo que mantuvo con el ex funcionario, número dos del ex ministro Julio De Vido: “’Me van a robar, me van a robar’. Eso dijo, le dije por qué, y dijo ‘porque yo robé dinero para venir a ayudar acá”, reveló.

“Quiso entrar (al monasterio) pero se lo llevaron preso. Es un hombre muy bueno. Acá venía una vez al año. Una vez al año venía y ayudaba, pero ahora estaba enloquecido este hombre”, añadió.

Tras confirmar que el detenido era “José López”, se le consultó a la monja si el ex secretario había aportado dinero previamente.

“Nunca mandó dinero, pero una vez al año venía, ayudaba con algo, traía té, café, cosas así, dinero nunca trajo. Ahora sí (tenía dinero), parece que estaba solo”, contó.

El convento donde fue detenido el ex secretario de Obras Públicas con varias bolsas con dólares es el monasterio femenino de las “Monjas Orantes y Penitentes de Nuestra Señora del Rosario de Fátima”, del partido bonaerense de General Rodríguez.

El lugar, dependiente a la Arquidiócesis Luján-Mercedes, ocupa un predio situado entre las calles Julio A. Roca, Crespo y Mansilla, a unos 50 kilómetros al oeste de la capital federal.

Según testimonios de policías que intervinieron en el operativo de detención, López se mostró desesperado y decía, a los gritos, “no se roben la plata de las monjitas”. Aparentemente, intentaba una última y desesperada coartada: que el dinero era parte de una donación dirigida a las religiosas que viven en el convento.

En el monasterio de General Rodríguez viven ahora sólo tres monjas de clausura. Una de ellas tiene 92 años y está prácticamente postrada en una cama; otra tiene más de setenta años de edad y la última 38. Por su condición de monjas de clausura, viven prácticamente aisladas, aunque tienen un régimen para recibir visitas en forma ocasional.

El monasterio está enclavado en una zona de casas muy humildes. No se desarrolla allí ninguna actividad comunitaria ni social.

No está claro si López tenía alguna forma de acceso directo al lugar o dependía de que las religiosas le habilitaran el ingreso. Las tres monjas serán citadas a declarar ante la Justicia.