Empresarios contra la propuesta oficial de sustituir exportaciones

Empresarios y expertos en comercio exterior manifestaron ayer fuertes críticas a la propuesta de la presidenta Cristina Fernández, para “sustituir” las exportaciones argentinas con consumo interno de aquellas mercaderías que las empresas no puedan vender afuera y, a la vez, desacreditaron la idea de una supuesta caída de la demanda global.

El titular de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), Enrique Mantilla, apuntó al concepto que la misma Presidenta dijo que podía parecer “una barbaridad económica” y señaló que esa idea está “equivocada, como ya se experimentó con la política energética”.

“DESAFIO MARAVILLOSO”

El miércoles, durante el acto del Día de la Industria en Tecnópolis, la Presidenta expresó como “desafío maravilloso” que como varios países a los que Argentina les exporta están en crisis, dijo, “hay que sustituir exportaciones con el mercado interno”.

La jefa del Estado también aseguró que “no nos compran de afuera no porque no seamos competitivos; no nos compran afuera porque se cayó el mundo, se cayó la demanda, la gente consume menos”.

El comunicado de la CERA añadió que la propuesta presidencial significa “promover un endeudamiento insostenible” y solicitó no olvidar que “exportaciones, importaciones, crecimiento e inclusión social son complementarios y no sustitutos”.

En tanto, el director de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), Marcelo Elizondo, rechazó la idea al señalar que “no hay contradicción” entre exportaciones y mercado interno.

“Lo primero que diría es que no hay dicotomía, no es necesario sustituir uno por otro. Se puede complementar. No se vé por qué uno debe ser en perjuicio del otro”, afirmó Elizondo.

Por su parte, el ex ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, advirtió que resultaría “muy perjudicial para el país” sustituir exportaciones y juzgó como “una barbaridad” que la Presidenta argumente que el mundo “se nos cayó encima”.

“En ningún caso yo he leído una cosa parecida. No tiene ningún sentido” porque “uno exporta para poder conseguir divisas, poder importar y poder crecer”, señaló el economista en declaraciones a radio Cadena ECO.

La jefa del Estado había señalado que “no solamente se ha caído el mundo, sino que se han caído nuestros principales socios comerciales y vamos a tener que hacer un esfuerzo doble en política, en inteligencia y en cohesión entre el trabajo y el capital para sustituir esas exportaciones. Y no es para desanimarse, al contrario, es un desafío maravilloso”, añadió.

Según Remes, que se ponga como argumento que el mundo se está cayendo “es una barbaridad” y cuantificó que “en los últimos tres años el mundo creció 3,4 por ciento”.

Luego, aseguró que “según la última estimación del FMI, (el mundo) va a crecer 3,3 por ciento”, consideró que eso “no es una baja” sino una desaceleración y planteó que “los países desarrollados están acelerando su crecimiento por el lado de los Estados Unidos y también está saliendo Europa”, mientras que “los países en desarrollo se están desacelerando, pero no cayendo”.

REEMPLAZAR UN MERCADO POR OTRO

Desde la vereda importadora, el titular de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA), Diego Pérez Santiesteban, consideró que cuando se cierra un mercado exterior para una empresa lo “más recomendable” es reemplazarlo por otro.

“Lo que yo interpreto es que si los mercados estaban complicados, lo que íbamos a tener que hacer en lugar de exportar es consumir en el mercado interno. Sería al revés de una sustitución de importaciones”, indicó el empresario en declaraciones a DyN.

Al ser consultado sobre la situación de la industria automotriz argentina, cuyo negocio es exportar a Brasil, Pérez Santiesteban opinó que “en ese caso sería muy difícil encontrar otro cliente”. Y agregó: “Habría que ver si las fábricas automotrices pueden desarrollar un plan con créditos para incrementar las ventas en el mercado local”.