Final abierto para el proyecto del impuesto a las Ganancias

mariano spezzapria

El gobierno lo minimizó al asegurar que sólo el 3% de los argentinos están afectados por el gravamen. Pero lo cierto es que en términos políticos, el impuesto a las Ganancias adquiere una dimensión sustantiva porque hace años que está en el centro del debate público, a tal punto que Mauricio Macri prometió su eliminación durante la campaña electoral que lo llevó a la Presidencia.

La discusión volverá a tener epicentro hoy mismo en la Cámara de Diputados, que este año se convirtió en el actor más dinámico de la política nacional. Allí, las distintas bancadas tratarán de imponer sus dictámenes para modificar el tributo, pero hasta anoche se vislumbraba un final abierto porque Cambiemos no lograba conseguir aún los 129 votos necesarios para la sanción.

La estrategia del oficialismo no fue declarada abiertamente, pero consistía en contactar a todos los diputados cuyos jefes políticos son ocasionalmente aliados del Presidente, como los gobernadores del PJ y de fuerzas provinciales, por caso el MPN neuquino. El objetivo era reunir al menos 30 voluntades más de las 100 que ya contaba Cambiemos en favor de su iniciativa.

Si lo consiguiera, entonces la bancada que integran el PRO, la UCR la CC de Elisa Carrió estará en condiciones no solamente de arrancar la sesión, sino también de sancionar el proyecto del Poder Ejecutivo en detrimento de los presentados por el massismo y el kirchnerismo. La incógnita comenzará a despejarse temprano esta mañana, tras una reunión de labor parlamentaria.

De todos modos, ese escenario no le cerraría el paso a los bloques de la oposición para dejar su sello en la iniciativa cuando llegue el momento de votarla en particular. De acuerdo a lo que explicaron fuentes parlamentarias, la modificación del Mínimo No Imponible (MNI) o las deducciones que se pueden incluir en el impuesto pueden ser votadas con mayoría simple.

La segunda alternativa que se abrirá en la sesión de este martes en la Cámara baja es que el Frente Renovador –en alianza con el Bloque Justicialista, el GEN, el Movimiento Evita y Libres del Sur- logre convencer a otras bancadas, como el Frente para la Victoria, para sumarse a su proyecto, aunque esta posibilidad era menor porque el kirchnerismo no quería quedar a la zaga de Massa.

En el caso de que todos los bloques se mantuvieran en posiciones irreductibles, entonces lo más probable sería que la Cámara de Diputados no logre darle hoy media sanción a los cambios en Ganancias, lo cual redundaría en costos políticos para el gobierno y también para el massismo, que se vienen enfrentando en torno a este gravamen que es considerado como un impuesto al salario.

De hecho, los poderosos gremios del transporte –nucleados en la CATT- ya advirtieron que no descartan una medida de fuerza antes de fin de año si no hay una reducción efectiva de ese gravamen, que afecta a buena parte de los empleados de esa rama de actividad. El gobierno no desea ese marco en las últimas dos semanas de diciembre, para que no se agite el clima social.

A su vez, el massismo debería explicar a los sindicalistas que reportan en sus filas –entre ellos dos de los integrantes del triunvirato de la CGT, como Daer y Acuña- sus motivos dejar caer el proyecto, que el presidente Macri incluyó en el período de sesiones extraordinarias. Menos compromisos tiene el FpV, puesto que cuando fue gobierno mantuvo el MNI de Ganancias.

En este contexto, las declaraciones del jefe de Gabinete Marcos Peña, quien pidió al Frente Renovador “no mentirle a la gente”, no contribuyeron ayer a generar un clima de negociación política como el que suele registrarse en la Cámara de Diputados. Habrá que ver si el titular de ese cuerpo, Emilio Monzó, tendrá este martes la muñeca que se requiere para acercar posiciones.

Un elemento a favor del entendimiento estará dado por el hecho de que la sesión comenzará tratando la Emergencia Social, que tiene el visto bueno de prácticamente todos los bloques, tras un acuerdo entre el gobierno y las organizaciones que nuclean a trabajadores informales. La alianza gubernamental parece haber puesto ahora como prioridad la reactivación de la economía.

Es que la preocupación se extendió en Cambiemos a raíz de la persistencia de la recesión. De allí que aspire a que los fondos que se destinen a los movimientos sociales, los trabajadores que tributen menos Ganancias y los bonos de fin de año que se paguen a empleados públicos y privados, se vuelquen al consumo de forma tal que el 2017 brinde al fin signos de recuperación.