Frente a las deserciones, el kirchnerismo espera a su jefa

La ruptura del bloque de diputados nacionales del FpV provocó un fuerte cimbronazo en el kirchnerismo, que no esperaba que las broncas acumuladas en el PJ en los últimos años se manifestaran tan pronto, sólo dos meses después de que Cristina Kirchner tuviera que dejar la Casa Rosada. Por eso decidió abroquelarse, mientras aguarda la reaparición de “la jefa”.

Así fue interpretado el encuentro de una veintena de intendentes bonaerenses junto a diputados nacionales como Máximo Kirchner y Andrés Larroque, en Berazategui el último jueves (ver pág. 11). Allí, en el distrito que gobierna Patricio Mussi, también quedó en claro que el kirchnerismo intentará superar el mal trance desde el territorio del Conurbano provincial.

CON SU FUNDACION

Con ese objetivo, la ex presidenta buscará apuntalar a los jefes comunales que le siguen siendo fieles, como el propio Mussi y Jorge Ferraresi (Avellaneda), Walter Festa (Moreno) y Mario Secco (Ensenada), además de otros intendentes del interior de la Provincia. Cristina Kirchner se presentaría en esos distritos con la fundación que arman Oscar Parrilli y Carlos Zannini.

La fundación, que será lanzada en las próximas semanas y tendrá sede en las inmediaciones del Congreso nacional, podría aportar fondos para hacer obras en los distritos afines al kirchnerismo. Esta información, según pudo constatar EL DIA, circula entre los intendentes del sur del Conurbano, tanto los del Frente para la Victoria como los del PJ y de Cambiemos.

Es que el mapa de la Tercera Sección Electoral puede dividirse ahora entre los distritos que sigue controlando el FpV -Avellaneda, Berazategui-, los que empezaron a mostrar un juego propio desde el PJ -Lomas de Zamora, Almirante Brown, Esteban Echeverría- y los que se convirtieron en la punta de lanza de la alianza gubernamental, como Lanús y Quilmes.

Pese a las diferencias políticas, en esos municipios consideran que Cristina Kirchner intentará regresar a escena haciendo pie en el Conurbano y no faltan tampoco los que consideran que la ex presidenta competirá como candidata a senadora nacional por la Provincia en 2017, como necesario paso previo a enfrentar a Mauricio Macri en 2019, por la primera magistratura.

Claro que con la ruptura del bloque de diputados del FpV y las muestras que vienen dando los gobernadores del PJ -con el salteño Juan Manuel Urtubey a la cabeza- de que ya no acatan el liderazgo de Cristina Kirchner, por el momento esas especulaciones sobre el futuro de la ex presidenta parecen tomadas de una película de ciencia ficción. Antes, habrá batallas reales.

Por caso, el congreso del PJ que sesionará en el estadio de Obras Sanitarias el 24 de este mes, el mismo día del paro convocado por ATE para repudiar los despidos en la órbita del Estado. Y luego, las elecciones internas en el partido fundado por Juan Perón, previstas para el 8 de mayo. Ese día, si es que la compulsa se realiza, el kirchnerismo jugaría con Jorge Capitanich.

El intendente de Resistencia, la ciudad capital del Chaco, sería el candidato de La Cámpora para competir con José Luis Gioja –el postulante de los gobernadores, herido tras la ruptura del bloque del FpV- y algún dirigente de peso que se presente por afuera, como José Manuel de la Sota, el caudillo cordobés que se mueve en sintonía con el diputado Sergio Massa.

ENCUENTRO ¿SORPRESIVO?

En ese sentido, el “casual” encuentro entre el massista Felipe Solá y el sciolista Fernando Espinoza –jefe territorial de La Matanza- llamó la atención en momentos en que las cartas están en el aire en la política del Conurbano. Tanto, que en el kirchnerismo sospechan que la jugada de Diego Bossio en el bloque del FpV no es una maniobra solitaria, ni mucho menos.

“El FpV y el peronismo no son cosas diferentes”, aseguró en este escenario el intendente Mussi, anfitrión del encuentro del kirchnerismo el último jueves. Esas voces se contraponen a otras como las de Bossio, que sostiene que los K son funcionales al presidente Macri porque no hacen ninguna autocrítica y siguen por el mismo camino que los llevó a perder las elecciones.