Macri hace cintura entre el PJ, los gremios y la inflación

“Un gobierno no peronista, como el de Mauricio Macri, tiene mayor disposición al diálogo con el Partido Justicialista y los sindicatos que otro que sí lo era, como el que encabezaba Cristina Kirchner”. ¿Será correcta esta afirmación? Al menos eso es lo que aducen los rebeldes que se fueron del bloque K de diputados y los gremialistas que mañana asistirán a la Casa Rosada.

“Aunque tenga fama de duro, Macri negocia. Cristina no hablaba con nadie”, sostiene por lo bajo un sindicalista reconocido, de los que enfrentó al kirchnerismo tras la ruptura con Hugo Moyano, allá por 2011. Esa cerrazón de la ex presidenta no sólo la sufrieron los gremios críticos de su conducción, sino también los propios que se alinearon en la CGT Balcarce.

Tal vez ese sea uno de los motivos por los cuales Antonio Caló, el titular de esa central sindical y dirigente histórico de la UOM, estará mañana por la tarde sentado a la misma mesa con Macri y otros jefes de gremios, como Moyano, Barrionuevo y Juan Carlos Schmid, de la CATT (Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte), clave a la hora de los paros.

LOS QUE NO FUERON INVITADOS

A la cita no fueron convocadas, en tanto, otras dos centrales que se mueven por afuera del peronismo, las CTA de Yasky y Michelli, que ya anticiparon medidas de fuerza conjuntas aún sin conocer lo que el gobierno tiene para decir en materia de paritarias. Aunque mucho no hay que pensar para comprender que la Casa Rosada buscará moderar los aumentos salariales.

Según lo que trascendió de conversaciones preliminares, el Gobierno pretendería “encorsetar” las paritarias en una banda que iría del 24% al 28%, mientras que la mayoría de los gremios reclaman un piso del 30% de suba salarial para este año.

No parecen pretensiones tan lejanas, pero el gran escollo es que la negociación se realizará en un contexto inflacionario.

Tanto, que una de las polémicas económicas más resonantes de los últimos días es el elevado costo de la carne, un insumo vital para la alimentación de los argentinos.

“Acá tienen que armar un cóctel de medidas para bajar la inflación”, advirtieron desde la CGT moyanista. Por el mismo motivo, también plantearon la revisión de los acuerdos en la segunda mitad del año.

Esa alternativa no disgusta al Gobierno, que confía en su equipo económico para contener la espiral de precios. Incluso, proyecta una rebaja del IVA para los alimentos de la canasta básica, una medida que beneficiaría a los sectores más populares. Y también subir el piso del impuesto a las Ganancias, para apuntalar a los asalariados de clase media que conforman su electorado.

LA INTERNA DEL PJ

Claro que para el Presidente y sus ministros, la tan anhelada “paz social” no se limita sólo a negociar con los gremios. También deben tener en cuenta que los sindicalistas tienen ambiciones políticas y que algunas veces, utilizan los conflictos para posicionarse. Esas actitudes son esperables, sobre todo cuando el PJ sufre un profundo debate interno. Y la ruptura del bloque de diputados del Frente para la Victoria (FpV) en el Congreso fue una demostración de ello.

Los sindicalistas, que suelen anticipar los realineamientos porque se mueven con pragmatismo, ya se pronunciaron llamando “mariscales de la derrota” a los kirchneristas que llevaron al partido a frente a la alianza Cambiemos. Apuntaron así contra Cristina Kirchner, Daniel Scioli, Aníbal Fernández y los muchachos de La Cámpora. Pero aún no está claro cómo van a jugar en la carrera por la presidencia del PJ, de cara a las elecciones internas convocadas para el 8 de mayo. Para certificar que la mano viene mezclada, ayer el ex gobernador cordobés José Manuel de la Sota reclamó a la Casa Rosada que no ponga “techo” a las paritarias y que elimine Ganancias para salarios menores a 50 mil pesos.

CANDIDATOS

De la Sota, que controla 85 congresales justicialistas de su provincia, es mencionado como un posible candidato al máximo sillón del PJ, en sintonía con su socio político Sergio Massa. Pero el “Gallego” se inclinaría más por pegar el faltazo al Congreso del 24 de este mes en Obras Sanitarias, al entender que no están dadas las condiciones para participar de la contienda.

El Presidente hace cintura, como los buenos boxeadores y el peronismo tira golpes al aire, aturdido por la derrota electoral

Mientras tanto, los gobernadores pondrían un candidato propio como el diputado sanjuanino José Luis Gioja, al tiempo que el kirchnerismo buscará recomponerse con la posible reaparición de Cristina a fin de mes y una movilización hacia la Plaza de Mayo el 24 de marzo. Aunque lo cierto es que el peronismo está desorientado y dividido, como no le pasaba desde 1999.

Sobre ese estado de situación pivotea Macri cuando elige a sus interlocutores entre los gremialistas, los legisladores del PJ y de otras fuerzas filoperonistas.

De todos modos, el Presidente debería saber que la propensión al diálogo que encuentra en ellos tendrá, en la otra cara de la moneda, arduas negociaciones por cargos y por el financiamiento estatal.

Por ahora, Macri hace cintura -como los buenos boxeadores- en los primeros rounds, que son de estudio. Y el peronismo tira golpes al aire, aún aturdido por la derrota electoral.