Macri potenció el acuerdo con la UCR para buscar la polarización

El candidato presidencial por Cambiemos, Mauricio Macri, dio ayer una muestra de unidad de su espacio al mostrarse con sus socios Ernesto Sanz y Elisa Carrió en un acto en el microestadio del club Ferrocarril Oeste, donde dijo sentirse “honrado” de ser el postulante de las fuerzas que integran el frente y convocó a “representar al 60 por ciento de los argentinos que quieren un cambio”.

“Supimos dialogar y construir más allá de las diferencias históricas”, dijo Macri sobre el armado de Cambiemos y consideró “un honor ser el candidato a presidente de un partido centenario como el radical y la Coalición Cívica”.

LLAMADO

A tres semanas de las elecciones, el postulante de PRO convocó a la totalidad de las fuerzas que componen Cambiemos, por lo que reunió no sólo al radicalismo y la Coalición Cívica sino también a dirigentes peronistas como el senador santafesino Carlos Reutemann; el titular del partido Fe, Gerónimo “Momo” Venegas, y el secretario general de la CEAMSE, el moyanista Jorge Mancini, entre otros.

En su discurso, de marcado tono de oposición al Frente para la Victoria, Macri convocó a “representar al 60 por ciento de los argentinos que quieren un cambio” e hizo un llamado a “los socialistas y peronistas que no están de acuerdo con el kirchnerismo”.

“No vamos a hablar, hablar y hablar y no escuchar, y muchos menos en cadena nacional”, dijo y advirtió, en otra crítica al kirchnerismo, que “no se usa el empleo público como una cueva de La Cámpora”.

En un respaldo a la candidata a gobernadora bonaerense de Cambiemos, María Eugenia Vidal, reiteró el interrogante respecto de si los habitantes del distrito “van a confiar el cuidado de sus hijos” a la postulante de su espacio o al aspirante del Frente para la Victoria, Aníbal Fernández.

Tras ratificar que Sanz será un ministro de Justicia “histórico” de su gestión en caso de imponerse en los comicios, prometió “no poner y sacar jueces” a su “antojo”, tras lo cual aseguró que “respetará la independencia de la Justicia” y no “mentirá con el Indec, la pobreza y la inflación”.

Ante un auditorio que integró también el gobernador de Corrientes, Ricardo Colombi, se comprometió a “no quitarle la ayuda social a nadie” y “dar además buen trabajo”, tras lo cual señaló a varios asistentes del público y les prometió “no dejarlos solos”.

Macri cerró una lista de oradores que compusieron Carrió, Sanz y su compañera de fórmula, Gabriela Michetti, quien planteó que Cambiemos tenía por delante “una oportunidad histórica” que tomará “en pocos días”, además de cuestionar la “división” de la sociedad.

Aunque sin nombrarlo, Michetti hizo referencia al candidato presidencial del kirchnerismo, Daniel Scioli, al repudiar el estilo político de los dirigentes que “se enriquecen al 1000 y pico por ciento en 10 años y tienen que encontrar un juez amigo para que los venga a salvar”, en referencia al sobreseimiento del postulante oficialista en una causa por incremento patrimonial.

Sanz fue quien explicitó el intento por profundizar la polarización con el kirchnerismo al advertir que la puja electoral se dará “entre quienes gobiernan y alguna vez estuvieron en el Gobierno”, en referencia al postulante de UNA, Sergio Massa, y “los que nunca tuvimos nada que ver con el kirchnerismo”.

“Junto con Carrió, tenemos la autoridad moral de decirle a la gente que la polarización tiene los nombres de Macri y Scioli”, cerró.

Antes, Carrió había asegurado que Cambiemos estaba “ganando la Nación” y la provincia de Buenos Aires con Vidal, en tanto “disputaba” el norte del país, al advertir: “No hay nada que impida el cambio en la República. Al pueblo le pedimos que se salve”.

Por el radicalismo se hicieron presentes Gerardo Morales, Oscar Aguad, Aída Ayala, Ricardo Alfonsín, Leandro Despouy, Facundo Suárez Lastra, Miguel Bazze, Mario Negri, Ricardo Buryaile y Mario Cimadevilla.