Macri se dio otro baño peronista junto a Hugo Moyano y Duhalde

La campaña de Mauricio Macri tuvo ayer el costado más peronista que podía tener, cuando el alcalde porteño y candidato de Cambiemos inauguró un monumento a Juan Domingo Perón en la ciudad de Buenos Aires, el primero en homenaje al tres veces presidente de la Nación, en un acto que compartió con el ex mandatario Eduardo Duhalde y el jefe sindical Hugo Moyano.

En ese contexto, Macri aprovechó el envión para arremeter contra el oficialismo. “Dicen que son peronistas, pero se dedican a manipular la pobreza”, sostuvo desde un escenario montado al pie del monumento. Y de inmediato disparó: “El peronismo no es el narcotráfico”. Antes había hablado el sindicalista Gerónimo Venegas, convertido prácticamente en un dirigente de PRO.

Pero el que no abrió la boca –por lo menos durante el acto- fue Duhalde, quien aplaudió los discursos en escasas oportunidades y se limitó a palmear a Cristian Ritondo –el autor del proyecto que permitió la construcción y el emplazamiento del monumento- luego de haber aclarado, en declaraciones periodísticas, que votaría por Daniel Scioli si hay segunda vuelta.

Duhalde también miró al cielo cuando Macri habló del “narcotráfico”, una acusación que solían hacerle los opositores de su época. “Es cerrado como culo de botella”, había dicho Duhalde en referencia al candidato de Cambiemos. Por si fuera poco, agregó: “Como buen porteño, creído como pocos, se considera el mejor presidente, porque cree que los porteños son mejores”.

Pese a esas declaraciones matinales, que hizo en el programa radial del periodista Maxi Montenegro, Duhalde subió al palco junto a Macri y dejó que uno de sus laderos de siempre, “Momo” Venegas, convocara a votar por el alcalde porteño el 25 de octubre. “¡Macri se pasó al peronismo!”, bromeó el secretario general del gremio Uatre y de las 62 Organizaciones.

Después, según pudo constatar EL DIA, reveló que ya tienen “conversadas” con Macri un par de medidas que a su criterio podría implementar un gobierno peronista. Por caso, eliminar el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias. O quitar las retenciones a las economías regionales. “Hay que buscar el punto de equilibrio entre el capital y el trabajo”, sostuvo.

El encuentro, realizado en la plaza ahora llamada también Juan Domingo Perón –antes Agustín P. Justo- contó con la presencia de nuevas figuras de la política, como María Eugenia Vidal, y emblemas de la historia peronista como Nélida de Miguel, quien trabajó junto a Eva Perón y fue la esposa del sindicalista Lorenzo Miguel. “Acá estoy de pie, a mis 95 años”, dijo la mujer.

“¿Cómo le digo, señor o compañero?”, le preguntó luego a Macri, que le respondió con cortesía: “Como se sienta más cómoda”. Al final, cuando descubrieron el monumento y emergió la figura de Perón con su gesto característico –las manos alzadas a modo de saludo general-, los macristas se preguntaban si el acto le sumaba a su jefe en términos políticos y electorales.

La respuesta no era muy alentadora entre los dirigentes del PRO, que en su mayoría no son peronistas, pero se escucharon todo tipo de argumentos. Uno de ellos concedía que Macri no le quitará votos a Scioli acercándose al Justicialismo, pero sí podría hacer mella entre los peronistas críticos del kirchnerismo que siguen al candidato opositor Sergio Massa.

Otro comentario apuntaba al escenario post electoral, en caso de que Macri suceda a Cristina Kirchner el 10 de diciembre. Esto es, que un Gobierno no peronista tenga gobernabilidad y no sufra la presión de los sindicatos que complicaron, en su momento, tanto a Raúl Alfonsín como a Fernando de la Rúa. La presencia de Moyano junto a Macri buscaría exorcizar ese fantasma.